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¡Ay...! Hijos de Sefarad. ¿Donde vais? ¿Os acordáis cuando eráis una nación errante? ¿Un pueblo sin patria? Elegido, si, pero sin patria. Os la habían arrebatado otros. Gente llegada de otras latitudes, gente que acabo por expulsaros de aquella tierra elegida para vosotros por Dios, el vuestro, el de los gentiles, mahometanos o cristianos, el mismo. Pero os echaron de Jerusalén y de Isarel. Y os fusteis, a otros reinos donde mandaba otra gente que se imponía a sus semejantes usando la fuerza coactiva de las armas. Personas que asesinaban o mandaban asesinar a quienes les ofrecían resistencia aunque fuese mínima.
Y aquí, en Sefarad, no hace tanto tiempo, ¿os acordáis de cuando quemaban “els Calls”, las juderías, los barrios donde vivíais en aquella ciudades regidas por gentiles? Allí donde unos eráis médicos, carpinteros, cambistas, comerciantes, consejeros de príncipes. Donde teníais vuestras casas, sinagogas, familias..., ¿os acordáis cuando os lo arrebataron todo? ¿Cuando os obligaron a dejarlo todo y marchar con lo puesto? ¿Cuando eráis asaltados y expoliados en los caminos primero y luego en los puertos a donde arribabais? ¿Cuando ya sin nada tornábais desde la costa al interior y buscábais refugio en los recónditos pueblos de Cáceres o Badajoz u otros? ¿Cuando, para pasar lo más desapercibidos posible matábais cerdos en plena calle haciendo gran algarabía y simulábais comer su carne para que los vecinos no os tacharan de falsos conversos y os condujeran a la hoguera?
Luego, los supervivientes, en otras naciones de Europa, los guetos, las matanzas que hicieron con vosotros y para acabar, los campos de exterminio de los nazis.
¿Por qué habéis construido esa muralla? ¿No es genocidio lo que se estáis haciendo con los palestinos? ¿Por qué los condenáis a morir de inanición? ¿Por qué los matáis indiscriminadamente?
Tenéis el ejército más sofisticado de los conocidos, el más poderoso y mejor armado, poseedor del mejor equipo de inteligencia. Vosotros sois los más inteligentes y lo habéis demostrado a lo largo de la historia, de los siglos. Habéís sufrido en vuestras carnes el odio, la represión, el expolio, las persecuciones. ¿Entonces?
No entiendo, a no ser que mire hacia atrás sin ira, eso de que un ejército así, tenga que “defenderse” matando a todo bicho viviente desarmado que se menee, a bordo de un barco que está siendo abordado por ese mismo ejército, desde el mar y desde el aire. ¿Y por qué? Porque llevan medicinas y comida para una población famélica.
Lo que decís para justificar la barbarie, me recuerda lo que decía y aún dicen muchos de quienes le apoyaron, a aquel otro ejército que se sublevó un día en Sefarad y acabó imponiendo una dictadura cuyas secuelas aún arrastramos. El mismo lenguaje sibilino imposible de entender.
Que Dios te perdone, Israel. Que Dios perdone a todos los que antes han usado y ahora usan esos métodos de exterminio. Yo no puedo hijos de Sefarad, ni a aquellos que os hicieron y nos hicieron sufrir tanto, ni a vosotros ahora.
Salud.
¡Ay...! Hijos de Sefarad. ¿Donde vais? ¿Os acordáis cuando eráis una nación errante? ¿Un pueblo sin patria? Elegido, si, pero sin patria. Os la habían arrebatado otros. Gente llegada de otras latitudes, gente que acabo por expulsaros de aquella tierra elegida para vosotros por Dios, el vuestro, el de los gentiles, mahometanos o cristianos, el mismo. Pero os echaron de Jerusalén y de Isarel. Y os fusteis, a otros reinos donde mandaba otra gente que se imponía a sus semejantes usando la fuerza coactiva de las armas. Personas que asesinaban o mandaban asesinar a quienes les ofrecían resistencia aunque fuese mínima.
Y aquí, en Sefarad, no hace tanto tiempo, ¿os acordáis de cuando quemaban “els Calls”, las juderías, los barrios donde vivíais en aquella ciudades regidas por gentiles? Allí donde unos eráis médicos, carpinteros, cambistas, comerciantes, consejeros de príncipes. Donde teníais vuestras casas, sinagogas, familias..., ¿os acordáis cuando os lo arrebataron todo? ¿Cuando os obligaron a dejarlo todo y marchar con lo puesto? ¿Cuando eráis asaltados y expoliados en los caminos primero y luego en los puertos a donde arribabais? ¿Cuando ya sin nada tornábais desde la costa al interior y buscábais refugio en los recónditos pueblos de Cáceres o Badajoz u otros? ¿Cuando, para pasar lo más desapercibidos posible matábais cerdos en plena calle haciendo gran algarabía y simulábais comer su carne para que los vecinos no os tacharan de falsos conversos y os condujeran a la hoguera?
Luego, los supervivientes, en otras naciones de Europa, los guetos, las matanzas que hicieron con vosotros y para acabar, los campos de exterminio de los nazis.
¿Por qué habéis construido esa muralla? ¿No es genocidio lo que se estáis haciendo con los palestinos? ¿Por qué los condenáis a morir de inanición? ¿Por qué los matáis indiscriminadamente?
Tenéis el ejército más sofisticado de los conocidos, el más poderoso y mejor armado, poseedor del mejor equipo de inteligencia. Vosotros sois los más inteligentes y lo habéis demostrado a lo largo de la historia, de los siglos. Habéís sufrido en vuestras carnes el odio, la represión, el expolio, las persecuciones. ¿Entonces?
No entiendo, a no ser que mire hacia atrás sin ira, eso de que un ejército así, tenga que “defenderse” matando a todo bicho viviente desarmado que se menee, a bordo de un barco que está siendo abordado por ese mismo ejército, desde el mar y desde el aire. ¿Y por qué? Porque llevan medicinas y comida para una población famélica.
Lo que decís para justificar la barbarie, me recuerda lo que decía y aún dicen muchos de quienes le apoyaron, a aquel otro ejército que se sublevó un día en Sefarad y acabó imponiendo una dictadura cuyas secuelas aún arrastramos. El mismo lenguaje sibilino imposible de entender.
Que Dios te perdone, Israel. Que Dios perdone a todos los que antes han usado y ahora usan esos métodos de exterminio. Yo no puedo hijos de Sefarad, ni a aquellos que os hicieron y nos hicieron sufrir tanto, ni a vosotros ahora.
Salud.