LAS RATAS:
Son las primeras,
en abandonar los barcos.
Son zalameras,
andan siempre sobre zancos
y así no pisan las mrdas.
Huelen los problemas,
temen a los morlacos.
Chillonas arrabaleras,
como moscas cohoneras
siempre andan por los anos.
Carroñeras infecciosas,
aprovechan lo que pueden.
Si se ponen mal las cosas,
ellas se echan a un lado
y que apechuguen los lelos.
Todo lo que tocan huele,
donde están es un pestazo.
Ahí es donde se desenvuelven,
con muchísimo gustazo
y preparan sus pucherazos.
Van y vienen,
cual veletas.
Se cambian mucho de chaqueta,
y aprovechan bien los aires
mejor cuanto peor huelan.
Hacen al blanco y al negro,
según a ellas les convenga.
Se infiltran en todas partes,
hoy nueras, mañana suegras
y terciándose juez y parte.
Traidoras por naturaleza,
hacen gestos rimbombantes.
Siempre están en el dislate,
del que se valen con presteza
para realzar sus grandezas.
Son las primeras,
en abandonar los barcos.
Son zalameras,
andan siempre sobre zancos
y así no pisan las mrdas.
Huelen los problemas,
temen a los morlacos.
Chillonas arrabaleras,
como moscas cohoneras
siempre andan por los anos.
Carroñeras infecciosas,
aprovechan lo que pueden.
Si se ponen mal las cosas,
ellas se echan a un lado
y que apechuguen los lelos.
Todo lo que tocan huele,
donde están es un pestazo.
Ahí es donde se desenvuelven,
con muchísimo gustazo
y preparan sus pucherazos.
Van y vienen,
cual veletas.
Se cambian mucho de chaqueta,
y aprovechan bien los aires
mejor cuanto peor huelan.
Hacen al blanco y al negro,
según a ellas les convenga.
Se infiltran en todas partes,
hoy nueras, mañana suegras
y terciándose juez y parte.
Traidoras por naturaleza,
hacen gestos rimbombantes.
Siempre están en el dislate,
del que se valen con presteza
para realzar sus grandezas.