¡Hola tío!
Quince años ya hará
que presentí el vació
que te querían preparar.
Una pena, la verdad,
tres quinquenios hará ya
que corrosivas termitas
empezaron a trabajar
royendo por dentro el tronco
con abuso de tu amistad.
¿Tío, cómo pasa el tiempo!
¿Quién te iba a decir
que aquellos sin porvenir,
inútiles y zopencos
se volverían contra ti?
Y ahí los tienes, royendo,
socavando desde dentro
tu honra y tus sentimientos
y engordando a lo mostrenco.
Malévolas carcomas carcas
que no entienden de ideales
y que lo mismo barcas
flotan en charcas y mares
aunque estén putrefactas
o generen enfermedades
hacia las que, inmunizados
porque en su seno se criaron
pretenden a ti llevarte
con la insana intención de ahogarte.
Callando en el erial tu voz
pretenden en su sinrazón
asegurarse nutritivo pienso
para engordar cual cebón.
Pero no decaigas zagal,
que toda esta zarria flota
hasta que el charco se agota
y los atrapa en su barrizal.
Tu no dejes de soñar,
que es el sueño y la ilusión
de una sociedad mejor
lo que algún día nos llevará,
a ese puerto tan lejano
donde ya a salvo del mal
con el que esta cruda galerna
nos amenaza sin cesar,
podamos decirle, ¡basta!
Hasta aquí llegó la insidia,
ahora, todos a trabajar
y quienes sufran de envidia
se pueden ganar su pan
sin sangrar a los demás
cual glotonas sanguijuelas
cuyo oficio es el chupar.
Y los verás decir dije
donde ahora dicen Diego,
y los verás patalear
implorando la amistad
que te acaban de negar
porque les están diciendo
que van a engordar más
consumando otra traición
como las que antes te hicieron.
Y seguiría hasta el infinito
mi monótona salmodia,
pero la doy por finito
porque me llama mi novia
y es la hora de los vinitos.
Un abrazo compañero,
el que tenga penas que rabie
y el que no quiera ver
que se apuñale los ojos
y así aprende para otra vez.
Salud y república.
Quince años ya hará
que presentí el vació
que te querían preparar.
Una pena, la verdad,
tres quinquenios hará ya
que corrosivas termitas
empezaron a trabajar
royendo por dentro el tronco
con abuso de tu amistad.
¿Tío, cómo pasa el tiempo!
¿Quién te iba a decir
que aquellos sin porvenir,
inútiles y zopencos
se volverían contra ti?
Y ahí los tienes, royendo,
socavando desde dentro
tu honra y tus sentimientos
y engordando a lo mostrenco.
Malévolas carcomas carcas
que no entienden de ideales
y que lo mismo barcas
flotan en charcas y mares
aunque estén putrefactas
o generen enfermedades
hacia las que, inmunizados
porque en su seno se criaron
pretenden a ti llevarte
con la insana intención de ahogarte.
Callando en el erial tu voz
pretenden en su sinrazón
asegurarse nutritivo pienso
para engordar cual cebón.
Pero no decaigas zagal,
que toda esta zarria flota
hasta que el charco se agota
y los atrapa en su barrizal.
Tu no dejes de soñar,
que es el sueño y la ilusión
de una sociedad mejor
lo que algún día nos llevará,
a ese puerto tan lejano
donde ya a salvo del mal
con el que esta cruda galerna
nos amenaza sin cesar,
podamos decirle, ¡basta!
Hasta aquí llegó la insidia,
ahora, todos a trabajar
y quienes sufran de envidia
se pueden ganar su pan
sin sangrar a los demás
cual glotonas sanguijuelas
cuyo oficio es el chupar.
Y los verás decir dije
donde ahora dicen Diego,
y los verás patalear
implorando la amistad
que te acaban de negar
porque les están diciendo
que van a engordar más
consumando otra traición
como las que antes te hicieron.
Y seguiría hasta el infinito
mi monótona salmodia,
pero la doy por finito
porque me llama mi novia
y es la hora de los vinitos.
Un abrazo compañero,
el que tenga penas que rabie
y el que no quiera ver
que se apuñale los ojos
y así aprende para otra vez.
Salud y república.
Al Cangrejo y al Dioni
le han puesto en la Plaza Chica
unos vídeos y unos versos
para que los lean con el curica.
Se los ha puesto un Jaramagos
natural de el Almendral
para que se entretengan en algo
en vez de tanto berrear.
¡Visca el Barça!
Visca la República
le han puesto en la Plaza Chica
unos vídeos y unos versos
para que los lean con el curica.
Se los ha puesto un Jaramagos
natural de el Almendral
para que se entretengan en algo
en vez de tanto berrear.
¡Visca el Barça!
Visca la República
Bueno bueno bueno.... El cangrejo, que siempre va para atrás, al completo de sus efectivos y usando todos sus nombres, se ha lanzado en tromba a lo que mejor sabe hacer porque lo mamó desde la infancia, o sea, darle rienda suelta al trauma que lleva grabado en su subconsciente y atacar sin piedad; con la chabacanería que le caracteriza y con su habitual ferocidad sádica y crueldad archidemostrada, a una persona de este pueblo que le da sopas con honda en inteligencia, conocimientos, sabiduría y saber estar.
Estoy absolutamente convencido, que ese obsceno comportamiento reiterado en el tiempo, es debido a la mala formación que ha recibido desde su más tierna infancia unido, a su defecto congénito así, que copio el parrafito del señor Salustiano, y se lo pongo de nuevo. A ver si con un poco de suerte lo lee, aunque dudo que sea capaz de asimilarlo en todo su significado. Ya se sabe que un cangrejo no puede dar mucho de sí y menos, siendo de la misma especie carroñera que el rojo americano que está esquilmando a los autóctonos:
La envidia es un fenómeno psicológico muy común que hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. Cuanto más débil o insatisfecha es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento emocional. La persona madura no envidia a nadie.
Por cierto señor Salustiano, muy oportuno el chistecito. Por ahí, por ahí le juellan los zancos.
Salud, y república.
Estoy absolutamente convencido, que ese obsceno comportamiento reiterado en el tiempo, es debido a la mala formación que ha recibido desde su más tierna infancia unido, a su defecto congénito así, que copio el parrafito del señor Salustiano, y se lo pongo de nuevo. A ver si con un poco de suerte lo lee, aunque dudo que sea capaz de asimilarlo en todo su significado. Ya se sabe que un cangrejo no puede dar mucho de sí y menos, siendo de la misma especie carroñera que el rojo americano que está esquilmando a los autóctonos:
La envidia es un fenómeno psicológico muy común que hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. Cuanto más débil o insatisfecha es una persona, tanto más envidiará a la gente que posea lo que a ella le falta. La envidia sólo se cura concienciando y resolviendo las propias carencias y facultades, a través de un proceso de crecimiento emocional. La persona madura no envidia a nadie.
Por cierto señor Salustiano, muy oportuno el chistecito. Por ahí, por ahí le juellan los zancos.
Salud, y república.
Damiselas, muselinas
con faldas que hacen fru frú,
incordian a la buena gente
y si es preciso a Lucifer.
P´veletas las de mi pueblo,
que parecen giraldillos
movidos por el dios Eolo
en el charco o el secano.
Como diabluelos cojuelos
con cañas bajo el tejado
unos fantasmas locuelos
al diablo ponen velas
y también a su contrario.
Trío de ases más uno,
cuatripartito ejemplar,
amantes y cariñosos
a partir un piñón están.
Tú me quieres
Yo te quiero
El nos quiere
Nos queremos a la vez,
empezamos con el jijijí,
y segimos con el jajajá.
Duendecillo pertinaz
os dedico con amor
este sólo de trompeta
y no es por molestar
aunque sí, suena fatal. Tuuuuuuuuuu, tufb, turútutú, taratá.
En mi güerto os críe,
fruticas nunca os vi
y ya no os digo más....,
que tararí que os vi.
Junto a un aprendiz de río
con rayas colorás y blancas,
los chicarrones del norte
sus dos roscos han plantado
y unos blancos desanguelados
se han hartado de yerbas
en El Reyno de Navarra,
ves chupando, cara para.
DE JARAMAGOS.
con faldas que hacen fru frú,
incordian a la buena gente
y si es preciso a Lucifer.
P´veletas las de mi pueblo,
que parecen giraldillos
movidos por el dios Eolo
en el charco o el secano.
Como diabluelos cojuelos
con cañas bajo el tejado
unos fantasmas locuelos
al diablo ponen velas
y también a su contrario.
Trío de ases más uno,
cuatripartito ejemplar,
amantes y cariñosos
a partir un piñón están.
Tú me quieres
Yo te quiero
El nos quiere
Nos queremos a la vez,
empezamos con el jijijí,
y segimos con el jajajá.
Duendecillo pertinaz
os dedico con amor
este sólo de trompeta
y no es por molestar
aunque sí, suena fatal. Tuuuuuuuuuu, tufb, turútutú, taratá.
En mi güerto os críe,
fruticas nunca os vi
y ya no os digo más....,
que tararí que os vi.
Junto a un aprendiz de río
con rayas colorás y blancas,
los chicarrones del norte
sus dos roscos han plantado
y unos blancos desanguelados
se han hartado de yerbas
en El Reyno de Navarra,
ves chupando, cara para.
DE JARAMAGOS.
ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA:
Inocencio I, papa n.º 40 de la Iglesia Católica entre 401 y 417.
Era natural de Albano e hijo del papa anterior, Anastasio I. (Como vemos, en aquellos tiempos hasta los curas y su máxima representación, tenían hijos y nietos y todo eso)
Un amigo suyo, Juan Crisóstomo, fue expulsado como Patriarca de Constantinopla debido a hostilidades personales con la emperatriz Eudoxia y las intrigas de Teófilo de Alejandria, por lo que él intervino en el asunto y consiguió que lo aceptaran de nuevo como tal.
Se enfrentó firmemente a Pelagio y al pelagianismo, con tanta autoridad y decisión que Agustín de Hipona, cuando lo supo, pronunció aquella famosa frase que ha llegado a ser un refrán: Roma locuta, causa finita (" que quiere decir que, cuando Roma habla, ya está todo dicho").
Pues bien, aquí, en el Almendral de Badajoz, tenemos algo parecido a un oráculo, pitoniso o algo así, rebautizado últimamente con el sobrenombre de “cangrejo”. Mayormente debido a los múltiples apéndices por medio de los que se pronuncia que, cada vez que da rienda suelta a su viperina sin hueso y escribe de motu propio, o sea, sin copiar de uno de esos periódicos de los que se vale la caverna mediática con sede en los madriles para expandir su propaganda, dan, como mínimo, las doce y cuarto.
He entresacado este párrafo que pongo a continuación, señor Zaragüelles, porque es el que más repite en sus escritos. Al menos desde que lo estoy observando más que prestándole atención:
<< (Y yo me pregunto; ¿envidia, yo, a quien? ¿porqué?. Digo esto, por si acaso es el personaje que yo (y digo yo) me imagino, particularmente no le tengo absolutamente nada de envidia. Por ese "personaje", en particular y sin ánimos de ofender, lo unico que siento es que le tengo PENA.>>)
Si no fuera por lo patético, sería de risa. Obsérvese cómo entrecomilla la palabra personaje. Cuánto odio y mala leche destila.
Sin ánimo de ofender, dice, pero le tiene PENA, así, con mayúsculas. Lo que me recuerda a una edila local, que en el programa de feria de este año pasado, también se expresaba en términos similares.
Además, ¿a quién le va a tener envidia?, faltaría más, tan inteligente, tan bien educado, tan sutil, tan alto en el escalafón.
¿PEEEEENA?
Pena penita pena, es lo que da el cangrejo.
Inocencio I, papa n.º 40 de la Iglesia Católica entre 401 y 417.
Era natural de Albano e hijo del papa anterior, Anastasio I. (Como vemos, en aquellos tiempos hasta los curas y su máxima representación, tenían hijos y nietos y todo eso)
Un amigo suyo, Juan Crisóstomo, fue expulsado como Patriarca de Constantinopla debido a hostilidades personales con la emperatriz Eudoxia y las intrigas de Teófilo de Alejandria, por lo que él intervino en el asunto y consiguió que lo aceptaran de nuevo como tal.
Se enfrentó firmemente a Pelagio y al pelagianismo, con tanta autoridad y decisión que Agustín de Hipona, cuando lo supo, pronunció aquella famosa frase que ha llegado a ser un refrán: Roma locuta, causa finita (" que quiere decir que, cuando Roma habla, ya está todo dicho").
Pues bien, aquí, en el Almendral de Badajoz, tenemos algo parecido a un oráculo, pitoniso o algo así, rebautizado últimamente con el sobrenombre de “cangrejo”. Mayormente debido a los múltiples apéndices por medio de los que se pronuncia que, cada vez que da rienda suelta a su viperina sin hueso y escribe de motu propio, o sea, sin copiar de uno de esos periódicos de los que se vale la caverna mediática con sede en los madriles para expandir su propaganda, dan, como mínimo, las doce y cuarto.
He entresacado este párrafo que pongo a continuación, señor Zaragüelles, porque es el que más repite en sus escritos. Al menos desde que lo estoy observando más que prestándole atención:
<< (Y yo me pregunto; ¿envidia, yo, a quien? ¿porqué?. Digo esto, por si acaso es el personaje que yo (y digo yo) me imagino, particularmente no le tengo absolutamente nada de envidia. Por ese "personaje", en particular y sin ánimos de ofender, lo unico que siento es que le tengo PENA.>>)
Si no fuera por lo patético, sería de risa. Obsérvese cómo entrecomilla la palabra personaje. Cuánto odio y mala leche destila.
Sin ánimo de ofender, dice, pero le tiene PENA, así, con mayúsculas. Lo que me recuerda a una edila local, que en el programa de feria de este año pasado, también se expresaba en términos similares.
Además, ¿a quién le va a tener envidia?, faltaría más, tan inteligente, tan bien educado, tan sutil, tan alto en el escalafón.
¿PEEEEENA?
Pena penita pena, es lo que da el cangrejo.