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ALMENDRAL: "Hasta ahora toda la investigación demuestra que la...

¡Oh DIONISO!
¡Oh Finibus Terrae!
¡Oh Fiera!
¡Oh, ESA GITANILLA GUAPA!
¡Oh, FANTASMA DE LOS FINES DE LA TIERRA!

¿Se dio cuenta vos cómo se le ve el plumero?
¿A dicho su merced que no? Pues release así mismo:

({Al igual que tú, Gitanilla guapa y buena persona, tampoco yo coloco carteles. No vivo ni he vivido nunca de la asquerosa política. Ni antes ni ahora.
Y precisamente por ese motivo puedo pensar de los pesebreros lo que me dé la real gana.
Y no los odio, ni los envidio ni nada de nada, los critico simplemente porque chupan del bote en el que entra parte de mi dinero y de mi trabajo.
No sé, no entiendo como puede alguien vivir con ese odio visceral hacia otras personas, que aunque virtuales, son...
Alucino con la poesia del "poeta" justo detrás de los suplentes del PSOe en Almendral.
¿Le habrá salido queriendo?
¿Se referirá a ellos?
¿A todos los que se presentan?
¿Será tanta asquerosidad escrita en forma de poesia por no perdonar que a él lo echaron?.
¿Como se puede ser tan ruin para cuatro días que estamos aquí?
¿Dormirá bien?

Un saludo a todos.
A todos menos al que me pone como los trapos, bueno a mí y a todos, piensa que el único que merece escribir es él. } (

Salud.

Pero Fantasma, oxni, si lo he hecho con la más buena fe del mundo.
Si yo sólo quería que se diera un atracón de su propio veneno; por si había suerte, y te entraba un diarreazo que se cagara por las pata abajo como cánido rabioso churretoso.
Otra vez será..........
¿Se ha fijado vos, que está usando la foto de las babosas?

Nací en Almendral, provincia de Badajoz. De esto hace ya una eternidad. Ni me acuerdo. Si que me acuerdo siendo ya volanderete de algunas cosillas de las que pasaban entonces:
Yendo a una de las escuelas que hay en la Plaza Grande, según se entraba a mano izquierda, donde desarrollaba su labor un señor mayor cuyo nombre, desgraciadamente para mi he olvidado, cuando entraba alguien, los niños nos teníamos que poner todos en píe, y mantener un sepulcral silencio si no o, si nos rezagábamos, el maestro nos atizaba con la palmeta en la punta de los “deos”, y eso dolía, más en invierno, porque allí no había radiadores ni nada. Además, las ropillas que vestíamos, no es que fueran de mucho abrigo que digamos. Nos calentábamos corriendo en el recreo, cuando salíamos a un patio interior cuya tapia posterior daba a donde estaba el cine de verano. En la puerta de ese espacio abierto, que daba al parque que cuidaba Manolo y en el que había muchos rosales que cuando era el tiempo echaban muchas rosas, había una especie de chambao con una compuerta que se abría hacia arriba y se quedaba horizontal haciendo como de visera, al que los más mayores llamaban El Ambigú. En el vendían botellines o quintos de cerveza; me parece que de la marca Mahou, o algo así y, los más grandes, acostumbrados al vino de la bodega del “Rabioso” o parecido, decían que era agüilla y que no emborrachaba pero que agachaba. No sé, no tuve ocasión de “exprimentá” porque era “mu chico pa eso”.

Me parece, que los jueves cuando nos sacaban en “carrefila” y nos llevaban a la iglesia de la Magdalena, donde nos daban las clases de catecismo. Al que se sabía la lección de carrerilla, el cura, un tal “Planchuelas” si no recuerdo mal, le daba como premio un TBO o similar, de aquellos en los que se veían a los cruzados ganándole siempre a los sarracenos o rescatando de sus garras a una princesa, a veces de su mismo credo y, algunas, a una bella mora también princesa, enamorada de un guerrero de los nuestros, por cuyo amor había renegado de sus creencias. Cuando veíamos al cura en mitad de la plaza o donde fuese, los niños teníamos que ir corriendo hacia él y darle un beso a un anillo de oro que tenía en uno de los dedos de no me acuerdo qué mano pero que supongo, era la derecha. También, no me acuerdo si todos los días, nos formaban en el patio interior de la escuela y cantábamos el “cara al sol con la camisa nueva”, que era el himno de los que habían ganado la guerra. A mediados de julio, los municipales y los próceres de entonces en Almendral, estaban todo el día haciendo guardia junto a la cruz esa de mármol gris que habían levantado en la plazuela que hay en la cara norte de la iglesia de san Pedro. Enfrente de donde estaba la oficina del telegrafista, que era en los bajos del edificio del ayuntamiento que da a la calle que hoy se llama Avd de Vianor.

Por entonces, no había elecciones ni municipales ni nada y los alcaldes y concejales para serlo, tenían que ser del “movimiento” e iban, muchos, vestidos con una camisa azul. De estos, yo sólo me acuerdo de uno que era alcalde desde siempre. Bueno, yo siempre lo conocí como el alcalde. No era muy alto, ni atlético, sino más bien de constitución pícnica, un poco ensanchado por el ecuador, creo recordar que moreno de pelo y sobre todo, de tez. Me parece que le decía de sobrenombre, “El Negro”.

Luego ya, estando yo viviendo en otros territorios, se oyó hablar mucho de unos pequeños desfalcos que se hicieron desde el ayuntamiento y de los que culparon a un joven del pueblo que trabaja en el pero que, al parecer, no fue el autor, sino el alcalde, y que cargó con la culpa sin deber. Pero para entonces, a mi me daba lo mismo lo que pasaba en mi pueblo, porque no vivía allí y además, mi preocupación más inmediata era sobrevivir en aquella España en blanco y negro, por lo que no estaba para prestarle atención a las habladurías lógicas en una comunidad que ya no era la mía.

Pero mira por donde y, sin poder decir todavía si es cierto o no, me enteré ayer, que el señor alcalde saliente, al hacer el relevo para que se haga cargo de la vara de mando quien hasta ahora ha sido su delfina, ha dicho que ese señor alcalde de tez morena, ha sido uno de los mejores que ha tenido Almendral en todo el siglo pasado. No lo dudo, ¿cómo lo voy a dudar si lo ha dicho el señor alcalde saliente?
Salud.

"Hasta ahora toda la investigación demuestra que la granja es impecable. Es higiénica y cumplía con toda la normativa", ha afirmado el portavoz de la Oficina, Gert Hahne.

"Lo mires por donde lo mires, no hay ningún fallo de la granja ni base legal alguna para responsabilizarles", ha señalado Hahne en declaraciones telefónicas. "No puedes castigar a alguien por tener mala suerte", dijo.
La bacteria ha causado hasta el momento 31 muertes y una crisis en el sector hortícola español, al que se apuntó en un primer momento como origen de la enfermedad.
La granja en la que se ha localizado el origen de la infección, ubicada en el norte de Baja Sajonia, continúa clausurada, pero los investigadores siguen analizando unas 500 muestras para descartar otras fuentes.

LA MALA SUERTE:

Que han tenido los pepineros de Almería y de otras regiones españolas porque, un cabrito o cabrita, muy listo y eficaz alemán él o ella, soltaron a bote pronto y guiándose sólo por los indicios, que el pepino era el malo de la película. Y tenía mucha razón, ¿qué digo mucha?, toda, porque la mayoría de los que trabajan en los invernaderos almerienses, son centroafricanos de piel negra o de Al-Magrib, que, aunque tengan el mismo color de pellejo que nosotros los de más al norte e incluso los de más arriba de los Pirineos, son diferentes y están como más quemados por el sol. Pero claro, no es lo mismo, ¿Cómo va a ser igual, si cobran muy poco por su trabajo, viven hacinados y encima llegan en barquichuelas que si no se hunden es porque su Dios hace un milagro? Además, se les puede contratar en cualquier esquina a primera hora de la mañana, por días, por horas y, mañana, si me interesas, me esperas aquí que vendré con mi fregoneta a buscarte. ¿Seguro?, ¿Tú estás tonto o qué? O lo tomas o lo dejas.

Lo de las fresas güervanas ya es otro cantar, allí sí tienen de todo las mujeres rumanas, hasta agua en las casetas donde antes guardaban los naturales sus aperos, para que cuando acabe la jornada, se den un baño y estén listas por si un amigo del amo, quiere tener un ratito de gozo. Y si no, ya sabes, mañana, ¡Jumo...!

Por eso será, que los jornaleros nativos de toda la vida, no salen a cuenta y, los “productores” en otros “servicios”, si los patrones calculan que puede ser que vayan a tener “pérdidas”, lo mejor es hacer un ERE masivo y, tira millas.

Es lo que hay, toda Europa marcha en esa dirección y como es natural, nosotros, que somos su reserva espiritual, no vamos a ser menos.
No obstante, sigo estando de acuerdo con aquello que dijo un español hace ya mucho tiempo: España es el problema, Europa la solución. ¿O sería al revés? El caso es que, yo, en cuanto pueda me compro un buen opel, pero, a la mínima oportunidad, beberé cava de Los Barros y que se joan los de La Anoia.

¡Viva er Betís!

Salud.