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PLAGIANDO AL CLÁSICO:
Oigo, pueblo, tu aflición,
y escucho el triste concierto
que forman tocando al muerto,
la campana y el patrón;
sobre tu noble perdón;
miro flotantes crespones
y oigo voces de varones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.
Llora pueblo, llora,
tú, al que tanto temieron
y al que ahora te imploran
como siempre traicioneros
ofreciéndote un caramelo,
aquellos que aún deploran
que un día fueras el primero
en salir de la encerrona
que ellos mismos te tendieron
junto a soberbia matrona
separándote en dos zonas,
y cargáronte con el yugo
y travestidos en verdugos
dijeron ser justicieros.
Y lloras porque te insultan
quien te pide por favor
que le ayudes a obtener
para él el cucharón
del que se cree merecedor
y que nunca debió perder.
Doquiera la mente mía
sus rápidas alas lleva,
allí un sepulcro se eleva
cantando la valentía
de aquella gente que otros días,
lucharon a sangre y fuego
en la tierra donde se inmola
bajo el ardiente sol español;
en torpe guerra los hijos
de la Nación española.
Vencido en lucha desigual,
los anales de la historia
cuentan que tu arrogancia
ni en Málaga ni en Badajoz
ni en Gernika ni en Dachau
acabaron con tu prestancia
a pesar de las matanzas.
Y aun hay en la tierra gente
que osan profanar tu encanto.....
¡Sitio le falta a este canto
si quisieras decir nombres!....
Sin que el recuerdo me atolondre
con ansias leo las historias
de tantos y tantos hombres
que dan luz a mi memoria
y el mundo y la patria a coro
oirán el himno sonoro
y recordarán tus glorias.
¡Oh pueblo de España, escucha!
Aquel genio de ambición
que en su delirio profundo
cayó en guerra moribundo
e hizo de las cunetas sepulcro de su dolor;
enseñó al mundo trabajador,
que quienes ansían a España regir
no llegan a percibir ebrios de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser
el pueblo que sabe morir.
¡Guerra!, clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra!, repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra!, grito al despertar
las diosas de fecundas tierras;
y la virgen con patrio amor
ansiosa salta del lecho
y el niño que bebe en su pecho
ella contagia su ardor
y cuando ve que se va,
grita con su amante voz:
¡Pues, si la libertad lo requiere
lánzate a la lucha y muere;
tu madre te vengará,
Y suenan patrias canciones
que te cantan tus deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones.
Salud.
Oigo, pueblo, tu aflición,
y escucho el triste concierto
que forman tocando al muerto,
la campana y el patrón;
sobre tu noble perdón;
miro flotantes crespones
y oigo voces de varones
en estrofas funerarias,
de la iglesia las plegarias,
y del arte las canciones.
Llora pueblo, llora,
tú, al que tanto temieron
y al que ahora te imploran
como siempre traicioneros
ofreciéndote un caramelo,
aquellos que aún deploran
que un día fueras el primero
en salir de la encerrona
que ellos mismos te tendieron
junto a soberbia matrona
separándote en dos zonas,
y cargáronte con el yugo
y travestidos en verdugos
dijeron ser justicieros.
Y lloras porque te insultan
quien te pide por favor
que le ayudes a obtener
para él el cucharón
del que se cree merecedor
y que nunca debió perder.
Doquiera la mente mía
sus rápidas alas lleva,
allí un sepulcro se eleva
cantando la valentía
de aquella gente que otros días,
lucharon a sangre y fuego
en la tierra donde se inmola
bajo el ardiente sol español;
en torpe guerra los hijos
de la Nación española.
Vencido en lucha desigual,
los anales de la historia
cuentan que tu arrogancia
ni en Málaga ni en Badajoz
ni en Gernika ni en Dachau
acabaron con tu prestancia
a pesar de las matanzas.
Y aun hay en la tierra gente
que osan profanar tu encanto.....
¡Sitio le falta a este canto
si quisieras decir nombres!....
Sin que el recuerdo me atolondre
con ansias leo las historias
de tantos y tantos hombres
que dan luz a mi memoria
y el mundo y la patria a coro
oirán el himno sonoro
y recordarán tus glorias.
¡Oh pueblo de España, escucha!
Aquel genio de ambición
que en su delirio profundo
cayó en guerra moribundo
e hizo de las cunetas sepulcro de su dolor;
enseñó al mundo trabajador,
que quienes ansían a España regir
no llegan a percibir ebrios de orgullo y poder,
que no puede esclavo ser
el pueblo que sabe morir.
¡Guerra!, clamó ante el altar
el sacerdote con ira;
¡guerra!, repitió la lira
con indómito cantar:
¡guerra!, grito al despertar
las diosas de fecundas tierras;
y la virgen con patrio amor
ansiosa salta del lecho
y el niño que bebe en su pecho
ella contagia su ardor
y cuando ve que se va,
grita con su amante voz:
¡Pues, si la libertad lo requiere
lánzate a la lucha y muere;
tu madre te vengará,
Y suenan patrias canciones
que te cantan tus deberes;
y van roncas las mujeres
empujando los cañones;
al pie de libres pendones.
Salud.
Está mas claro que el agua
que esta fantasma tan guapa
que ulula por el Almendral,
otra cosa no sabrá
pero lo que es copiaaaaaaaaaar............... .
Su fantasmal trinidad
se supera cada día más
y no se nota casi ná
que está muy bien informá.
Como mamó leche sabia
cada día es más sabijonda
y a los que estamos en babia
con sus saberes asombra.
Fantasmita de mi vida
eres más linda que yo
por eso nunca te olvidas
de jalarte mi corazón.
Tómalo, tómalo,
tuyo es, mio no,
como to.
Y si no lo es se lo apropian
unas gente que son malas
pero muy requetemalas,
y fíjate cómo de malas
que te quitan lo que ganas,
te ofrecen el oro del moro,
te prestan lo que te quitaron
y se quedan con el tesoro.
¿Está clarito trino y uno?, o te recalco con cucharón que nunca jamás dieron nada aquellos que siempre vivieron comiendo de otros de pucheros?
que esta fantasma tan guapa
que ulula por el Almendral,
otra cosa no sabrá
pero lo que es copiaaaaaaaaaar............... .
Su fantasmal trinidad
se supera cada día más
y no se nota casi ná
que está muy bien informá.
Como mamó leche sabia
cada día es más sabijonda
y a los que estamos en babia
con sus saberes asombra.
Fantasmita de mi vida
eres más linda que yo
por eso nunca te olvidas
de jalarte mi corazón.
Tómalo, tómalo,
tuyo es, mio no,
como to.
Y si no lo es se lo apropian
unas gente que son malas
pero muy requetemalas,
y fíjate cómo de malas
que te quitan lo que ganas,
te ofrecen el oro del moro,
te prestan lo que te quitaron
y se quedan con el tesoro.
¿Está clarito trino y uno?, o te recalco con cucharón que nunca jamás dieron nada aquellos que siempre vivieron comiendo de otros de pucheros?
Saltan de la cama en cuanto se despiertan, hacen sus abluciones y se hacen preparar un zumo de frutas o bebida similar para estar vitaminado el resto del día. Aseado ya y vestido con ropas limpias y bien planchadas, sale a la calle desafiando a la mediocre humanidad y va a su oratorio predilecto donde serena y templa su espíritu, para estar en condiciones de enfrentarse a la infernal jauría, siempre dispuesta a arrebarle sus logros heredados o adquiridos en desigual combate donde resultó triunfante su prodigiosa inteligencia y natural sagacidad.
Después, ocupa la posición que le han asignado en la formación que una vez más se prepara para la lucha diaria y, tras solicitar información complementaria, se adentra profundamente en el laberinto de su poderosa y ágil mente al objeto, de hallar la mejor manera de debilitar las defensas de sus enemigos de siempre y, cómo, cuándo, dónde y por donde, arremeterá contra las pérfidas maniobras de esos seres insignificantes que han osado desafiar con alegatos para él intolerables, a su infinita y ancestral sabiduría.
Si, a pesar de su gran preparación cultural y capacidades intelectuales sobradamente constatadas, no encuentra de momento un camino no trillado que le ofrezca suficientes garantías de éxito, despierta o, mejor dicho, sale de su ensoñación y se va al bar de la esquina donde bebe café con churros mientras, no charla sino que intercambia información confidencial con sus amigotes de cada día y parroquianos en general, todos ellos y ellas incluidos patrón y asalariados, estrategas de reconocida solvencia que, le hacen reflexionar y comprender, una vez más, que este país, ante el cual se postraban humilladas las más altas y preclaras frentes que en el universo mundo ha habido, se está rompiendo, desintegrando, y que es como una patera a la deriva con muchas vía de agua donde, unos exhaustos negritos carentes de alimentos, capitán y ge pe ese, imploran a los dioses de sus pueblos o aldeas para que hagan uno de sus milagros y, por lo menos, los dejen como estaban antes de embarcarse en tan procelosos mares.
Reconfortado otra vez al comprobar que todas sus augurios son compartidos por lo más selecto de la jauría, torna exultante a su puesto en la formación y ya sin dudas, trabaja con su acostumbrado afán tratando que la genialidad emanada de su poderoso cerebro, llegue a todos los rincones con el fin, de que el mayor número de gente, aunque no sean de su categoría, abra los ojos y comprendan que, la salvación de esta nación otrora tan grande, está solo en las manos de unos hombres y mujeres con el privilegio de hacer flotar todo cuanto tocan, como así ha quedado demostrado a lo largo de la historia.
Tomaremos Sol.
Salud y República
Después, ocupa la posición que le han asignado en la formación que una vez más se prepara para la lucha diaria y, tras solicitar información complementaria, se adentra profundamente en el laberinto de su poderosa y ágil mente al objeto, de hallar la mejor manera de debilitar las defensas de sus enemigos de siempre y, cómo, cuándo, dónde y por donde, arremeterá contra las pérfidas maniobras de esos seres insignificantes que han osado desafiar con alegatos para él intolerables, a su infinita y ancestral sabiduría.
Si, a pesar de su gran preparación cultural y capacidades intelectuales sobradamente constatadas, no encuentra de momento un camino no trillado que le ofrezca suficientes garantías de éxito, despierta o, mejor dicho, sale de su ensoñación y se va al bar de la esquina donde bebe café con churros mientras, no charla sino que intercambia información confidencial con sus amigotes de cada día y parroquianos en general, todos ellos y ellas incluidos patrón y asalariados, estrategas de reconocida solvencia que, le hacen reflexionar y comprender, una vez más, que este país, ante el cual se postraban humilladas las más altas y preclaras frentes que en el universo mundo ha habido, se está rompiendo, desintegrando, y que es como una patera a la deriva con muchas vía de agua donde, unos exhaustos negritos carentes de alimentos, capitán y ge pe ese, imploran a los dioses de sus pueblos o aldeas para que hagan uno de sus milagros y, por lo menos, los dejen como estaban antes de embarcarse en tan procelosos mares.
Reconfortado otra vez al comprobar que todas sus augurios son compartidos por lo más selecto de la jauría, torna exultante a su puesto en la formación y ya sin dudas, trabaja con su acostumbrado afán tratando que la genialidad emanada de su poderoso cerebro, llegue a todos los rincones con el fin, de que el mayor número de gente, aunque no sean de su categoría, abra los ojos y comprendan que, la salvación de esta nación otrora tan grande, está solo en las manos de unos hombres y mujeres con el privilegio de hacer flotar todo cuanto tocan, como así ha quedado demostrado a lo largo de la historia.
Tomaremos Sol.
Salud y República
Después, ocupa la posición que le han asignado en la formación que una vez más se prepara para la lucha diaria y, tras solicitar información complementaria, se adentra profundamente en el laberinto de su poderosa y ágil mente al objeto, de hallar la mejor manera de debilitar las defensas de sus enemigos de siempre y, cómo, cuándo, dónde y por donde, arremeterá contra las pérfidas maniobras de esos seres insignificantes que han osado desafiar con alegatos para él intolerables, a su infinita y ancestral sabiduría.
Si, a pesar de su gran preparación cultural y capacidades intelectuales sobradamente constatadas, no encuentra de momento un camino no trillado que le ofrezca suficientes garantías de éxito, despierta o, mejor dicho, sale de su ensoñación y se va al bar de la esquina donde bebe café y come churros mientras, no charla sino que intercambia información confidencial con sus amigotes de cada día y parroquianos en general, todos ellos y ellas incluidos patrón y asalariados, estrategas de reconocida solvencia que, le hacen reflexionar y comprender, una vez más, que este país, ante el cual se postraban humilladas las más altas y preclaras frentes que en el universo mundo ha habido, se está rompiendo, desintegrando, y que es como una patera a la deriva con muchas vía de agua donde, unos exhaustos negritos carentes de alimentos, capitán y ge pe ese, imploran a los dioses de sus pueblos o aldeas para que hagan uno de sus milagros y, por lo menos, los dejen como estaban antes de embarcarse en tan inadecuada nave para surcar tan procelosos mares.
Salud y República
Salud y República
