La riqueza lingüística, a diferencia de la arquitectónica o botánica, parece resultar un impedimento para la evolución de una comunidad, de modo que desechando las lenguas minoritarias se favorece el pensamiento y la cultura única. Por fortuna, no todos pensamos igual y vemos en la diversidad lingüística la verdadera capacidad del ser humano de comunicarse y comprendemos que las lenguas son todas dignas de uso mientras que existan dos personas que en ella se comuniquen. Es de agradecer que el carácter extremeño sea de tal hechura que haya permitido conservar una lengua de origen medieval, sin demasiadas alteraciones y sin escritura, durante tantos siglos. Ahora, nuestro trabajo desde el OSCEC es hacer recordar a nuestros paisanos que, de igual manera que se ha hablado el extremeño en estas tierras pardas en todos estos siglos, puede seguir hablándose otros tantos siglos más, haciéndoles ver que la novedad de la escritura del estremeñu va a suponer una de sus más notables garantías de vida.
Ismael Carmona García
Profesor de Latín y Griego
Presidente del Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura
Ismael Carmona García
Profesor de Latín y Griego
Presidente del Órgano de Seguimiento y Coordinación del Extremeño y su Cultura