RESURRECCIÓN DE CRISTO
Cristo ha resucitado. "Este es el día que hizo el Señor. Alegrémonos y regocijémonos en Él". Estas palabras del salmo retumbaron en cada rincón de iglesias y hogares católicos del mundo, en los primeros minutos de este domingo de Pascuas.
Es precisamente ésta la fiesta más importante de todo el año litúrgico. Es una fiesta de luz. Así lo entendieron los fieles católicos que acompañaron con gran recogimiento todas las actividades religiosas que se realizaron y que culminan hoy con la resurrección de Jesús, después de su Pasión y Muerte en la Cruz.
Los templos de toda la provincia se colmaron anoche a la espera que el gran misterio de la resurrección se produzca.
En la iglesia Catedral tuvo lugar la ceremonia central, en razón de que el arzobispo Luis Villalba presidió la vigilia pascual que comenzó a las 22.00 y que convocó a verdaderas multitudes, para aguardar el paso de Jesús de la muerte a la vida y acompañar ese momento con la santa misa.
Una gran congregación de fieles colmó el principal templo de la capital y siguió con atención la homilía del oficio religioso, en el cual el prelado admitió que "debemos recoger el mensaje de la resurrección de Jesucristo, al que sólo se lo puede comprender desde la fe. Humanamente hablando, la resurrección es un acontecimiento inexplicable. Sólo la fe nos abre al misterio que ilumina, no sólo la vida de Cristo, sino también nuestra vida".
Para sellar esos conceptos bíblicos monseñor Villalba sentenció que la resurrección de Cristo es una intervención extraordinaria de Dios que supera todas las expectativas humanas.
La vigilia pascual es la más grande y santísima noche del año. La celebración antigua más importe y más rica de contenido. En ella, los fieles aguardaron el cumplimiento del nuevo y definitivo paso de la muerte a la vida.
Al tercer día resucitaré", había dicho Jesús antes de su muerte, haciendo referencia al Domingo Pascua. Es precisamente en este día cuando tiene lugar una de los principales acontecimientos para la grey católica.
Dijo el Arzobispo que la Iglesia "nos pide que renovemos las promesas bautismales, ratificando nuestra adhesión a Cristo, nuestro compromiso de vivir una vida nueva". Al mismo tiempo, revitalizó al sacramento del Bautismo al recordar que es una participación no sólo de la muerte de Cristo, sino también de su resurrección. "El sumergirse en el agua es un símbolo de la muerte y el emerger es un símbolo de la vida nueva", agregó monseñor Villalba.
La misa central de este domingo de Pascua la cebrará el Arzobispo en el Convento de las Hermandas Carmelitas, de nuestra ciudad.
"QUE LO SEPAS MOCITO"
Cristo ha resucitado. "Este es el día que hizo el Señor. Alegrémonos y regocijémonos en Él". Estas palabras del salmo retumbaron en cada rincón de iglesias y hogares católicos del mundo, en los primeros minutos de este domingo de Pascuas.
Es precisamente ésta la fiesta más importante de todo el año litúrgico. Es una fiesta de luz. Así lo entendieron los fieles católicos que acompañaron con gran recogimiento todas las actividades religiosas que se realizaron y que culminan hoy con la resurrección de Jesús, después de su Pasión y Muerte en la Cruz.
Los templos de toda la provincia se colmaron anoche a la espera que el gran misterio de la resurrección se produzca.
En la iglesia Catedral tuvo lugar la ceremonia central, en razón de que el arzobispo Luis Villalba presidió la vigilia pascual que comenzó a las 22.00 y que convocó a verdaderas multitudes, para aguardar el paso de Jesús de la muerte a la vida y acompañar ese momento con la santa misa.
Una gran congregación de fieles colmó el principal templo de la capital y siguió con atención la homilía del oficio religioso, en el cual el prelado admitió que "debemos recoger el mensaje de la resurrección de Jesucristo, al que sólo se lo puede comprender desde la fe. Humanamente hablando, la resurrección es un acontecimiento inexplicable. Sólo la fe nos abre al misterio que ilumina, no sólo la vida de Cristo, sino también nuestra vida".
Para sellar esos conceptos bíblicos monseñor Villalba sentenció que la resurrección de Cristo es una intervención extraordinaria de Dios que supera todas las expectativas humanas.
La vigilia pascual es la más grande y santísima noche del año. La celebración antigua más importe y más rica de contenido. En ella, los fieles aguardaron el cumplimiento del nuevo y definitivo paso de la muerte a la vida.
Al tercer día resucitaré", había dicho Jesús antes de su muerte, haciendo referencia al Domingo Pascua. Es precisamente en este día cuando tiene lugar una de los principales acontecimientos para la grey católica.
Dijo el Arzobispo que la Iglesia "nos pide que renovemos las promesas bautismales, ratificando nuestra adhesión a Cristo, nuestro compromiso de vivir una vida nueva". Al mismo tiempo, revitalizó al sacramento del Bautismo al recordar que es una participación no sólo de la muerte de Cristo, sino también de su resurrección. "El sumergirse en el agua es un símbolo de la muerte y el emerger es un símbolo de la vida nueva", agregó monseñor Villalba.
La misa central de este domingo de Pascua la cebrará el Arzobispo en el Convento de las Hermandas Carmelitas, de nuestra ciudad.
"QUE LO SEPAS MOCITO"