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ALMENDRAL: Yo, mocita, conocí a Loli, que se fue a trabajar al...

Yo, mocita, conocí a Loli, que se fue a trabajar al extranjero, como tantos; luego que ahorró algún dinerillo volvió a España y se compró una casa en un pueblo que está situado en el delta de un río al que los antiguos romanos llamaban Rubricatus, siguió trabajando, terminó de criar a sus hijos junto con su mujer y, más tarde, aquí en el desalmendrado, en la calle Salido y un poco más arriba de donde vivía Pirilao con su familia, en la misma acera, arregló otra que estaba bastante hecha polvo pero que dejó más que habitable.

Cuando se jubiló, pasaba en ella largas temporadas y disfrutaba de la calma y el aroma de los campos donde él se crió, junto con su mujer.

Loli murió ya hace tiempo, ahora le ha tocado el turno por ley de vida a quien fue su compañera toda su vida, se enterrará sobre las diez de la mañana de hoy, en el mismo cementerio donde ya reposan los restos de otros almendralenses que, como mi amigo Loli, una vez se liaron la manta a la cabeza y fueron a buscar el sustento que aquí tanto se les regateaba, a otras tierras habitadas por otras gente con otras costumbres, pero, a pesar de todo, no olvidaron el sitio donde nacieron.
Descansa en paz paisana.
Salud.