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ALMENDRAL: La Constitución de Cádiz tiene vigencia, no porque...

Si te fijas Lalmendral,
cuando así me obvias a mi
y dejas el mundo rodar
simulando que por aquí,
lugar noble y principal,
el que menos y la que más
conmigo no habló jamás,
me estás queriendo decir
que; sobre chispa más o nalga
todos sois casi igual
o al menos muy similar,
y el que aquí está de más
sólo es mi menda lerenda
en este mi entorno irreal
que, si yo no me equivoco,
no importuné nunca jamás
pero; entender os entiendo
y hasta os doy la razón
a medida que voy viendo
que no debo fiarme ya
de personas y personajes
sean o no dese paisaje
o sobrevivan en un Badajoz
que, está ya tan a trasmano
que es difícil retornar
aunque sean las Saturnales
y unos días tan especiales
como son los actuales.

Salud.

Qué bien, qué buenos que son
estos chicos de la Junta
en Cáceres y en Badajoz
que los dineros que arrejuntan
para darse ellos un atracón
en estos días de felicidad
en que les tocó la lotería
que les regaló el Escobar
a Cáritas se lo han ido a dar
con la televisión detrás.

No les des peces Pedrito
a quienes no tienen na
y enséñales a pescar
o remueve todos los hitos
para que puedan trabajar.

Pero no les des limosnas
ni vayas con tú teletonta
para que grabe el momento
porque, si tu tienes talento,
este pueblo tiene memoria
y recuerda otros monaguillos
con sus damas de compañía
y otras hijas de María
que al año una vez hacían
como que al pobre favorecían.

Que un millón de pesetejas,
séis mil eurillos de vellón
que os habías reservado
para haceros vuestro botellón
y que no son dineros vuestros
que no que no que,
son de los administrados
de toda clase y condición
pero que habéis usado
para daros lustre y relumbrón.

Pero que feo que queda eso,
visto desde la lejanía.

Salud y República

Los Reyes y el Gobierno en pleno participarán hoy en Cádiz en un solemne acto institucional para celebrar el bicentenario de la promulgación de la Constitución de 1812, la primera que estableció en nuestro país la soberanía popular, la división de poderes, la libertad de expresión y de imprenta, convirtiéndose en una de las más liberales de su tiempo.

Se conmemorará así el nacimiento de las libertades y los derechos civiles en nuestro país, del concepto de ciudadano y de la España moderna. Los máximos representantes del poder legislativo y judicial también acudirán al acto, que tendrá lugar a mediodía en el Oratorio de San Felipe Neri, lugar donde se promulgó hace 200 años la Pepa, llamada así porque vio la luz el día de San José. Esta Carta Magna influyó en la redacción de varias constituciones europeas y tuvo una influencia decisiva en las de la mayoría de los estados americanos tras su independencia.

Sus 384 artículos son un hito en favor de los derechos y libertades, aunque excluye a la mujer de la participación política. En los primeros de esos artículos se proclama que «el objeto del Gobierno es la felicidad de la nación», que «el amor a la patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles» y que «la religión de la nación española es y será perpetuamente la católica, apostólica y romana, única y verdadera».

La Constitución de Cádiz tiene vigencia, no porque todas las respuestas que ofreció sigan siendo válidas dos siglos después, sino porque lo son las preguntas que formuló. Son esas preguntas las que conviene no perder de vista dos siglos después de que se las hicieran un puñado de españoles acosados por el ejército más poderoso de aquel tiempo; no perderlas de vista ni en nombre de una tradición que pretende preservar las supuestas esencias de España ni tampoco en nombre de las siempre inciertas elucubraciones sobre el futuro.

No todos los constituyentes de Cádiz eran liberales; lo que sí aceptaron todos, los que lo eran y los que no, fue la idea liberal de que se necesitaba alcanzar un pacto entre concepciones distintas, y hasta contradictorias, para resolver la quiebra de legitimidad causada por la invasión napoleónica. Sería el propio rey Fernando VII quien primero actuó con deslealtad hacia ese pacto, desencadenando el trágico vaivén de la historia de España cuya inercia llegaría hasta la Guerra Civil de 1936. La lección que se desprende al revisar ese pasado sobrecogedor es que ningún sistema político podía ser la imposición de la mitad de los españoles sobre la otra mitad, sino el que todos en conjunto decidieran.

Con la Constitución de Cádiz los españoles dejaron de ser súbditos y se proclamaron ciudadanos, poco importa que los instrumentos para lograrlo fueran incompletos o insuficientes si se contemplan con criterios actuales. La igualdad ante la ley tendría que recorrer aún un largo camino, lo mismo que el derecho al sufragio, los límites entre los poderes separados, la relación de la Iglesia con el Estado o la concepción de la soberanía.

No pocos de los avances contemplados por la Constitución fueron, incluso, revisados durante las turbulencias políticas que desde entonces tantas veces sumieron la historia de España en la violencia y el caos. Como aspiración a recuperar o como referente a combatir, el texto de Cádiz hizo de la lucha política una lucha por imponer una Constitución u otra, pero, en cualquier caso, una Constitución. Ello significaba admitir la idea imprescindible para cualquier régimen democrático de que el poder político no puede ser ilimitado frente a los ciudadanos.

El País.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¿Qué culpa tiene La Pepa?
La Pepa no tiene culpa
que haya gente en las Españas
que amen tanto a las caenas.

Caenas indigeribles
que a quienes les saben buenas
suelen cargarlas sin penas
y resultan siempre risibles.

A ti te han enterrado, Pepa.
Lo han hecho en marzo, ya ves,
un diecinueve, san José.
En Cádiz tuvo que ser.

Doscientos años después,
a ti junto a Libertad
te han sepultado otra vez
y ahora nos van a amordazar.

Vivas las fuerzas del mal,
a ti amada y a Libertad
jaque mate os han dado
los que hoy van de liberal.

Consuma el mal su maldad
y aplaudiéndote a rabiar
una sima profunda excavan
donde sepultura os dan.

Y tuvo que ser en Cái,
esa preciosa ciudad
que ni el francés con su Fanfan
consiguieron doblegar.

Allí donde tu naciste
y vio la luz Libertad,
os han cavado vuestra tumba
oscuras fuerzas del mal.

¿Dónde estabas Riego amigo,
en Cabezas de San Juan
o vagando por los madriles
o en su Plaza de la Cebá?

¡Cuántos Riegos hacen falta
para romper esas caenas
con que nos quieren amarrar.

Salud. ... (ver texto completo)