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Un Muchachejo andaba por la plaza de su pueblo con las manos en los bolsillos dándole patadas a una lata de cerveza abollada por tal de hacer algo, con los mocos verdes chorreándole de la nariz como dos estalagmitas cuando, decidió sentarse en un banco que había por allí debajo de un almendro a descansar de tanta faena. Al lado de un vecino ya mayor que llevaba un rato descansando de no hacer nada. Pegaron la hebra y hablaron de los políticos locales, comarcales, autonómicos, de distrito e incluso de los de Madrid y así, llegaron a los jueces, los legisladores y demás personajes hasta que, el mayor, suelta: “los políticos son como un galápago en lo alto un palo de la lú desus cai en lag cuneta”, y se echó la bilba capá para atrás y se rascó la calva sudorosa.
El mozuelo, confuso, se quedó mudo y dándole vueltas en su cocorota a la analogía para ver si encontraba asidero por donde meterle mano pero, que si quieres arroz Catalina....., así que preguntó.
–-No comprendo, ¿qué quiere usted decir?
---Mira, tu vas andando por la carretera y ves a un galápago en lo alto del pico de un poste de palo de los del telégrafo cuando los había haciendo equilibrios para no darse el batacazo y, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?---Dijo mirando al zagal y, viendo que su cara de estupor, añadió:
1º No sabrás cómo llegó hasta allí
2º No creerás que esté allí
3º Entenderás que no pudo subir sola
4º Comprenderás que no debería estar allí
5º Estarás muy seguro que mientras esté allí no va ha hacer nada que sea útil por lo que, lo más razonable, es que le ayudes a bajar.
O SEA, QUE SI TENEMOS OCASIÓN DE VOTAR SIN QUE UN GENERAL DE ESOS DE CUANDO LO DE LA GUERRA INCIVIL nos lo impida metiendo el sable dentro de la urna, VOTEMOS Y, A SER POSIBLE, botemos a los INÚTILES que, COMO LOS DE AHORA EN LO ALTO DEL PALO HACIENDO EQUILIBRIOS y repartiendo EL DINERO QUE nos saca a los curritos y demás integrantes de la plebe, ENTRE LOS BAnKIEROS, otrOS CHUpasangres Y los de la CEOE
Salud.
El mozuelo, confuso, se quedó mudo y dándole vueltas en su cocorota a la analogía para ver si encontraba asidero por donde meterle mano pero, que si quieres arroz Catalina....., así que preguntó.
–-No comprendo, ¿qué quiere usted decir?
---Mira, tu vas andando por la carretera y ves a un galápago en lo alto del pico de un poste de palo de los del telégrafo cuando los había haciendo equilibrios para no darse el batacazo y, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?---Dijo mirando al zagal y, viendo que su cara de estupor, añadió:
1º No sabrás cómo llegó hasta allí
2º No creerás que esté allí
3º Entenderás que no pudo subir sola
4º Comprenderás que no debería estar allí
5º Estarás muy seguro que mientras esté allí no va ha hacer nada que sea útil por lo que, lo más razonable, es que le ayudes a bajar.
O SEA, QUE SI TENEMOS OCASIÓN DE VOTAR SIN QUE UN GENERAL DE ESOS DE CUANDO LO DE LA GUERRA INCIVIL nos lo impida metiendo el sable dentro de la urna, VOTEMOS Y, A SER POSIBLE, botemos a los INÚTILES que, COMO LOS DE AHORA EN LO ALTO DEL PALO HACIENDO EQUILIBRIOS y repartiendo EL DINERO QUE nos saca a los curritos y demás integrantes de la plebe, ENTRE LOS BAnKIEROS, otrOS CHUpasangres Y los de la CEOE
Salud.
Dice Felipe VI que los desafíos que tiene esta España nuestra sólo se podrán superar “si todos los españoles caminamos en la misma dirección” pero, digo yo que a ver quien es el guapo que le explica y les hacen entender esto que parece obvio a quienes, tienen tan profundamente asumido que España es de ellos y Catalunya también y Euskal Herria y todo. Todo. Si al menos razonaran y comprendiesen que Catalunya es una parte del territorio español y no que es de España o, como dicen algunos, de los españoles, pues creo yo que se podría empezar a hablar. A fin de cuentas, estamos ante una población de la más si no la más evolucionada de todas las de la Penísula. Lo que quiere decir, que son gente razonable, no toros de esos que envisten sin ver con los ojos abiertos.
Eso por un lado y por el otro, está esa avaricia tan aviesa que tanto daño ha hecho a los españoles, sobre todo a los desheredeados o descamisados que, siempre fueron lanzados los unos contra los otros para que se mataran a navajazos mientras los otros, comían y bufaban haciendo tratos a escondidas para engañar a su señor y arrebañar algún buen pellizco del pastel España.
Ahora estamos en eso, como vemos, los siempre hartos, hartándose más y, los descamisados, cada vez con más cochambre en sus pellejos y telarañas en sus estómagos. Todo un panorama de los más reconfortante.
Entre tanto, ya vemos, aquí, en Badajoz, el Robertiño haciendo oposición inteligente y, los gallegos también, pero a su manera, quedándose en casita, no sea que el cacique de su parroquia los vea y luego no les de faena. Los PrePotentes con su hedionda prepotencia celebrando sus éxitos en otras Españas, precisamente en la que está hasta la coronilla de ellos y de los Condes Duque de Olivares de turno y, la gente tirándose por los balcones y pegándose un tiro en el cielo de la boca al ver, su total indefensión ante un sistema jurídico obsoleto y una BanKia depredadora que no cesa de engullir todas las reservas de este pobre Gran País siempre tan mal administrado por estos carroñeros de dos patas.
Nos queda el consuelo de pensar que, quizá Felipe y Leticia se pongan manos a la obra e intenten al menos hacer algo para que la cosa no vaya a mayores pero, me temo, que van a encontrar muchos escollos, precisamente, en los mismo sitios donde los encontró su padre, al que llegaron a tildarlo con pintadas por todas las esquinas con el calificativo de: “el Breve”, ya que nadie daba un duro de los de entonces por él. Ojalá no. Ojala dr reaga esta Ley de Leyes que quines nunca la quisieron han abrazado ahora como si fuera la más deseable de sus queridas y que se reorganice de manera más acorde con los tiempos y la realidad de siempre de las Españas, esa madre de todas las leyes y sus subalternas. Sobre todo, las que afectan a las personas pero también, a las instituciones y a los grandes grupos de presión como, por ejemplo, los bancos o la CEOE o como leches se llame para esos entonces. No es normal que tengamos tantas comunidades autónomas pues, la lógica nos dice que sólo hay tres y están en el extrarradio. Las demás, como hemos visto a lo largo de estos más de treinta años ya, delegaciones del poder central sea cualquiera el partido que lo ejerza.
Pero no, hay hombres y mujeres ricos ya de nacimiento, que para mantener el poder y obtener carnaza para alimentar a sus pirañas, no dudan en cometer toda clase de incongruencia como, por ejemplo, mandra a la marina de guerra a que intercepte los barquicuelos pesqueros que amarran en el puerto de pescadores de Roses (Alt Empurdá), en la bocana, y no los dejen salir a faenar porque no llevan “bien visible” el pabellón con los colores nacionales, porque es obligatorio y porque así echan leña al fuego pues, esa labor, en esa y demás zonas, es tarea de los civiles, no de la marina de guerra. Claro que, si ya hemos visto aviones de combate asustando los gallineros por tierras de Lleída, ¿qué más da mandar a barcos de guerra para eso.
Salud.
Eso por un lado y por el otro, está esa avaricia tan aviesa que tanto daño ha hecho a los españoles, sobre todo a los desheredeados o descamisados que, siempre fueron lanzados los unos contra los otros para que se mataran a navajazos mientras los otros, comían y bufaban haciendo tratos a escondidas para engañar a su señor y arrebañar algún buen pellizco del pastel España.
Ahora estamos en eso, como vemos, los siempre hartos, hartándose más y, los descamisados, cada vez con más cochambre en sus pellejos y telarañas en sus estómagos. Todo un panorama de los más reconfortante.
Entre tanto, ya vemos, aquí, en Badajoz, el Robertiño haciendo oposición inteligente y, los gallegos también, pero a su manera, quedándose en casita, no sea que el cacique de su parroquia los vea y luego no les de faena. Los PrePotentes con su hedionda prepotencia celebrando sus éxitos en otras Españas, precisamente en la que está hasta la coronilla de ellos y de los Condes Duque de Olivares de turno y, la gente tirándose por los balcones y pegándose un tiro en el cielo de la boca al ver, su total indefensión ante un sistema jurídico obsoleto y una BanKia depredadora que no cesa de engullir todas las reservas de este pobre Gran País siempre tan mal administrado por estos carroñeros de dos patas.
Nos queda el consuelo de pensar que, quizá Felipe y Leticia se pongan manos a la obra e intenten al menos hacer algo para que la cosa no vaya a mayores pero, me temo, que van a encontrar muchos escollos, precisamente, en los mismo sitios donde los encontró su padre, al que llegaron a tildarlo con pintadas por todas las esquinas con el calificativo de: “el Breve”, ya que nadie daba un duro de los de entonces por él. Ojalá no. Ojala dr reaga esta Ley de Leyes que quines nunca la quisieron han abrazado ahora como si fuera la más deseable de sus queridas y que se reorganice de manera más acorde con los tiempos y la realidad de siempre de las Españas, esa madre de todas las leyes y sus subalternas. Sobre todo, las que afectan a las personas pero también, a las instituciones y a los grandes grupos de presión como, por ejemplo, los bancos o la CEOE o como leches se llame para esos entonces. No es normal que tengamos tantas comunidades autónomas pues, la lógica nos dice que sólo hay tres y están en el extrarradio. Las demás, como hemos visto a lo largo de estos más de treinta años ya, delegaciones del poder central sea cualquiera el partido que lo ejerza.
Pero no, hay hombres y mujeres ricos ya de nacimiento, que para mantener el poder y obtener carnaza para alimentar a sus pirañas, no dudan en cometer toda clase de incongruencia como, por ejemplo, mandra a la marina de guerra a que intercepte los barquicuelos pesqueros que amarran en el puerto de pescadores de Roses (Alt Empurdá), en la bocana, y no los dejen salir a faenar porque no llevan “bien visible” el pabellón con los colores nacionales, porque es obligatorio y porque así echan leña al fuego pues, esa labor, en esa y demás zonas, es tarea de los civiles, no de la marina de guerra. Claro que, si ya hemos visto aviones de combate asustando los gallineros por tierras de Lleída, ¿qué más da mandar a barcos de guerra para eso.
Salud.