No pasa nada.
No estoy de acuerdo en eso que dicen por ahí cuando se refieren a los políticos como el tercer problema que más temen los españolitos de a píe y los europeos también porque, no es verdad del todo. No es el tercero, es el primero. Más que el paro y la jambre que avanza a toda máquina hacia nosotros los dejados de la mano de la diosa Fortuna. Porque, paro y jambre, son los que generan esta gente con sus incapacidades y obstinaciones partidistas. Porque les importa un üebo la gente. Por que ciegos con sus retóricas partidistas, sólo defienden lo que les interesa a ellos, o al grupo económico que los crea para que así funcionen y quien, les apoya con sus dineros que luego, le sacan al ciudadano al mil por cien de interés.
Fijémonos: los suicidios momentos antes de que se consume un desahucio, cada vez son más frecuentes e, insensibles a lo que representa que cada día cientos de familias que ya lo pasaban mal porque no tenían dónde echar mano para obtener las vituallas nuestras de cada día, sean dejadas en medio de la calle, sin otro techo que les de cobijo que el escarchado cielo alumbrado por la luz lechosa de esa luna llena que nos mira sin comprender; esos bankieros que nos han hundido a todos en esta sima sin fondo, esos tan anchos y orondos en la etapa de las vacas gordas a quienes se les llenaba la boca con el concepto “libertad de mercados y tal y tal y tal” pero, que no dudaron ni un segundo en recurrir a papá estado en viendo, que ya, la bola que habían generado con su deuda era tan exagerada que, estaban incapacitados para hacerle frente ellos solos.
Pero todos o casi todos siguen en sus puestos y cobrando sus sueldos y emolumentos, vergüenza de los demás y también, debiera ser, de jueces y de gobernantes, pero nada, como si aquí no pasara nada.
Pero los jueces dicen que, aun comprendiendo la situación, no pueden hacer nada porque están atados de píes y manos por la Ley. Una Ley que data de cuando lo de la Semana Trágica de Barcelona, allá por principios del pasado siglo veinte. Y se quedan tan anchos y de brazos cruzados.
Y en cuanto a los políticos, no sé si escribir que tienen muy poca vergüenza porque, estoy convencido que no tienen ninguna, ni los que están ahora, embusteros y falaces además de sanguinarios sin conciencia, ni los que han sido relevados porque, comprendiendo que ZP se resistiera hasta que claudicó animado o impulsado por la teutona, no le puedo perdonar que junto con el PrePotente, firmara sin trámite digno de mención, aquél acuerdo que derogaba la parte de la constitución del 78 que ponía trabas a ciertos manejos y la sustituyera, por otra que dice que el Estado dará prioridad a pagar los intereses de la deuda que genera, entre los que, ¡como no! Están los que tenían esas casas de préstamos usureros que llamamos bankios con sus bankieros, pero no las personas comunes ni las empresas. Esos bankieros que, cuando iban de cohón de pato, no decían ni esta boca es mía pero que, ahora, sus trampas y chanchullos, tenemos que pagar entre todos. Tengamos o no tengamos trabajo. Nos hayamos quedado sin casa o todavía resistamos.
Sólo uno, Bankia, acabará el año con más de diez mil millones de pérdidas y, sus gestores, como vemos, de rositas pero, la gente normal, tirándose por los balcones y ellos, en sus despachos con aire acondicionado y el ferrari en la plaza de garaje reservada, con su chófer esperando a que sea la hora del vermut.
Pero continúa el rigodón y, mientra por un lado el PSC dice con la boca pequeña que hay que ir hacia la España invertebrada, Rub Al Kaaba dice que naranjas de la china y, en el colmo del cinismo; si es que ese mérito no lo tiene ya en propiedad la Cospe o la Esper, esa exloquesea que dice que Catalunya es de España desde hace ya más de 3000 (tres mil) años, el Gallego, tras darse cuenta por si mismo o, que algunos de sus casi 700 (setecientos) asesores le haya señalado la inconveniencia del portazo que le atizó a Mas en las napias, se nos descuelga hablando de la España plural y afirmando, con la misma cara que cuando decía que el suyo era el partido de los trabajadores, que es por la que él aboga y cuya idea defiende.
¿Hay quién de más?
Visca er Betis y sus muhere.
Salud.
No estoy de acuerdo en eso que dicen por ahí cuando se refieren a los políticos como el tercer problema que más temen los españolitos de a píe y los europeos también porque, no es verdad del todo. No es el tercero, es el primero. Más que el paro y la jambre que avanza a toda máquina hacia nosotros los dejados de la mano de la diosa Fortuna. Porque, paro y jambre, son los que generan esta gente con sus incapacidades y obstinaciones partidistas. Porque les importa un üebo la gente. Por que ciegos con sus retóricas partidistas, sólo defienden lo que les interesa a ellos, o al grupo económico que los crea para que así funcionen y quien, les apoya con sus dineros que luego, le sacan al ciudadano al mil por cien de interés.
Fijémonos: los suicidios momentos antes de que se consume un desahucio, cada vez son más frecuentes e, insensibles a lo que representa que cada día cientos de familias que ya lo pasaban mal porque no tenían dónde echar mano para obtener las vituallas nuestras de cada día, sean dejadas en medio de la calle, sin otro techo que les de cobijo que el escarchado cielo alumbrado por la luz lechosa de esa luna llena que nos mira sin comprender; esos bankieros que nos han hundido a todos en esta sima sin fondo, esos tan anchos y orondos en la etapa de las vacas gordas a quienes se les llenaba la boca con el concepto “libertad de mercados y tal y tal y tal” pero, que no dudaron ni un segundo en recurrir a papá estado en viendo, que ya, la bola que habían generado con su deuda era tan exagerada que, estaban incapacitados para hacerle frente ellos solos.
Pero todos o casi todos siguen en sus puestos y cobrando sus sueldos y emolumentos, vergüenza de los demás y también, debiera ser, de jueces y de gobernantes, pero nada, como si aquí no pasara nada.
Pero los jueces dicen que, aun comprendiendo la situación, no pueden hacer nada porque están atados de píes y manos por la Ley. Una Ley que data de cuando lo de la Semana Trágica de Barcelona, allá por principios del pasado siglo veinte. Y se quedan tan anchos y de brazos cruzados.
Y en cuanto a los políticos, no sé si escribir que tienen muy poca vergüenza porque, estoy convencido que no tienen ninguna, ni los que están ahora, embusteros y falaces además de sanguinarios sin conciencia, ni los que han sido relevados porque, comprendiendo que ZP se resistiera hasta que claudicó animado o impulsado por la teutona, no le puedo perdonar que junto con el PrePotente, firmara sin trámite digno de mención, aquél acuerdo que derogaba la parte de la constitución del 78 que ponía trabas a ciertos manejos y la sustituyera, por otra que dice que el Estado dará prioridad a pagar los intereses de la deuda que genera, entre los que, ¡como no! Están los que tenían esas casas de préstamos usureros que llamamos bankios con sus bankieros, pero no las personas comunes ni las empresas. Esos bankieros que, cuando iban de cohón de pato, no decían ni esta boca es mía pero que, ahora, sus trampas y chanchullos, tenemos que pagar entre todos. Tengamos o no tengamos trabajo. Nos hayamos quedado sin casa o todavía resistamos.
Sólo uno, Bankia, acabará el año con más de diez mil millones de pérdidas y, sus gestores, como vemos, de rositas pero, la gente normal, tirándose por los balcones y ellos, en sus despachos con aire acondicionado y el ferrari en la plaza de garaje reservada, con su chófer esperando a que sea la hora del vermut.
Pero continúa el rigodón y, mientra por un lado el PSC dice con la boca pequeña que hay que ir hacia la España invertebrada, Rub Al Kaaba dice que naranjas de la china y, en el colmo del cinismo; si es que ese mérito no lo tiene ya en propiedad la Cospe o la Esper, esa exloquesea que dice que Catalunya es de España desde hace ya más de 3000 (tres mil) años, el Gallego, tras darse cuenta por si mismo o, que algunos de sus casi 700 (setecientos) asesores le haya señalado la inconveniencia del portazo que le atizó a Mas en las napias, se nos descuelga hablando de la España plural y afirmando, con la misma cara que cuando decía que el suyo era el partido de los trabajadores, que es por la que él aboga y cuya idea defiende.
¿Hay quién de más?
Visca er Betis y sus muhere.
Salud.
EN CAMPAÑA
Me parece que ya os he dicho a los cuatro gatos que entramos por estos foretes, que llevo viviendo en Catalunya casi toda mi vida. Medio siglo o más hará ya. Pero sé que hay gente muy escéptica y también las hay que mienten siempre y otros u otras, sólo o siempre que les interese. Ni que decir tiene, que siempre hay o habemus algún pamplinosillo que nos creemos eso de que “to er mundo eg güeno” y, por lo tanto, escriben o escribimos en línea con la filosofía (pardilla) que emana tal enunciado. Craso error pues, se nos olvida con frecuencia que en este mundo cruel donde en principio nada es verdad ni es mentira, hay auténticos profesionales del enreda, calumnia, vitupera, injuria, insulta, siega la yerba bajo los píes y, en definitiva verdaderos maestros en el arte de asesinar lo fundamental del ser humano, sus ideas. O por lo menos, evitar que transcienda lo que diga o piense al objeto o con la exclusiva intención, de que solamente se sepa lo que les interesa. Y es que esta gente, actúa normalmente de consuno y formando parte de una maquinaría mucho más compleja que persigue quizá metas que se nos escapan a los sin dobleces pero, que se vale de esta gentuza y sus métodos para no figurar en primer plano y así, no dar el aldabonazo que podría poner a los más avisados en guardia.
Pues bien y disquisiciones que no vienen a cuento aparte, en mi tierra estamos de campaña electoral. Si, en mi tierra porque, aunque nací en en un pueblo de aquí de Badajoz, Almendral, por libre y en convivencia con naturales y gente llegadas a Catalunya desde todas las partes de España y de fuera, transcurrió mi adolescencia, mi juventud y mi edad adulta, hasta hoy, en que veo peligrar seriamente mi más que modesta pensión por obra y gracia de una panda de inútiles a los que el pueblo soberano hemos elevado a la categoría de líderes indiscutibles.
Si a los que lideran a la Nación Española desde el centro peninsular le unimos los periféricos, observaremos que estamos ante una serie de individuos de los tres géneros a cada cual mas incompetente salvo muy raras excepciones quizá en el País Vasco.
Pero nosotros aquí estamos de campaña y, ya no importa que esta Nación junto con la Nación gallega fuera la primera en dejar a los hospitales dependientes de la S. Social con la mitad de los médicos y enfermeras y salas de operaciones. A las escuelas sin maestros y con la mitad del presupuesto y que cobre tres o cuatro euros a los niños que lleven fiambrera o, que por cada receta que vayas a la botica te “recaude” la boticaria un euro para ellos y sus señoras mamás sabrán para qué. Tampoco importa mucho si el paro es la lacra que nos corroe o que los bankieros y semejantes junto con CEOE o CEE, estén viviendo una de sus mejores épocas doradas pero, todos los días echan a más de quinientas familias a vivir a la pu&a calle o, se olvidan de la ley de dependencia y que a los ancianos o menos válidos los parta un rayo que, total, así no dan ruido.
Pero seguimos en campaña electoral y los adlátares de ese hombre providencial que salvará a esta pobre Nación de todos los males habidos y por haber, se envolverán en la bicolor mientras los acólitos de este nuevo Guifredo el Pilos, estarán arropados con la cuatribarrada bicolor pero, después del dia De y la hora Hache, ¿qué? ¿Habrá menos parados? ¿Echarán a menos gente a la p&ta calle? ¿Nos pagarán las pensiones? ¿Seguirán fijos en sus trece e inasequibles al desaliento disminuyendo cada día unos pocos de los derechos políticos y sociales que tanta sangre y tantas lágrimas ha costado a los “pobrecitos” españoles. No a los riquitos.
Puede que si, tú, al menos es lo que dicen los católicos apostólicos y románticos, que la fe mueve cordilleras. A ver si con suerte desaparecen los Pirineos.
Por eso yo voy a votar convergencia que, aunque no creo que llegue muy lejos, por lo menos le está tocando los cataplines a esa derechona cerril y retrógrada con base en Madrid (y ramificaciones en las demás ciudades y pueblines españoles) en la que una señora heredó de su antecesor además del cargo una deuda de cerca de siete mil millones de euros y que tiene para ella sola un despacho más grande que el de Obama, aparte de disponer de una flota automovilística con más vehículos que toda la CE junta, entre otra cositas y que, ahora se sale por la tangente y se va de finde a cualquier lujoso hotel lisboeta mientras, su antecesor, elabora a toda velocidad, todo un compendio de normas represivas que, si esta sociedad anestesiada logra algún día levantar cabeza, tendrá que revisar y adecuar a los tiempos que vivimos con la misma o más velocidad con la que este gachó las está imponiendo.
Salud
Me parece que ya os he dicho a los cuatro gatos que entramos por estos foretes, que llevo viviendo en Catalunya casi toda mi vida. Medio siglo o más hará ya. Pero sé que hay gente muy escéptica y también las hay que mienten siempre y otros u otras, sólo o siempre que les interese. Ni que decir tiene, que siempre hay o habemus algún pamplinosillo que nos creemos eso de que “to er mundo eg güeno” y, por lo tanto, escriben o escribimos en línea con la filosofía (pardilla) que emana tal enunciado. Craso error pues, se nos olvida con frecuencia que en este mundo cruel donde en principio nada es verdad ni es mentira, hay auténticos profesionales del enreda, calumnia, vitupera, injuria, insulta, siega la yerba bajo los píes y, en definitiva verdaderos maestros en el arte de asesinar lo fundamental del ser humano, sus ideas. O por lo menos, evitar que transcienda lo que diga o piense al objeto o con la exclusiva intención, de que solamente se sepa lo que les interesa. Y es que esta gente, actúa normalmente de consuno y formando parte de una maquinaría mucho más compleja que persigue quizá metas que se nos escapan a los sin dobleces pero, que se vale de esta gentuza y sus métodos para no figurar en primer plano y así, no dar el aldabonazo que podría poner a los más avisados en guardia.
Pues bien y disquisiciones que no vienen a cuento aparte, en mi tierra estamos de campaña electoral. Si, en mi tierra porque, aunque nací en en un pueblo de aquí de Badajoz, Almendral, por libre y en convivencia con naturales y gente llegadas a Catalunya desde todas las partes de España y de fuera, transcurrió mi adolescencia, mi juventud y mi edad adulta, hasta hoy, en que veo peligrar seriamente mi más que modesta pensión por obra y gracia de una panda de inútiles a los que el pueblo soberano hemos elevado a la categoría de líderes indiscutibles.
Si a los que lideran a la Nación Española desde el centro peninsular le unimos los periféricos, observaremos que estamos ante una serie de individuos de los tres géneros a cada cual mas incompetente salvo muy raras excepciones quizá en el País Vasco.
Pero nosotros aquí estamos de campaña y, ya no importa que esta Nación junto con la Nación gallega fuera la primera en dejar a los hospitales dependientes de la S. Social con la mitad de los médicos y enfermeras y salas de operaciones. A las escuelas sin maestros y con la mitad del presupuesto y que cobre tres o cuatro euros a los niños que lleven fiambrera o, que por cada receta que vayas a la botica te “recaude” la boticaria un euro para ellos y sus señoras mamás sabrán para qué. Tampoco importa mucho si el paro es la lacra que nos corroe o que los bankieros y semejantes junto con CEOE o CEE, estén viviendo una de sus mejores épocas doradas pero, todos los días echan a más de quinientas familias a vivir a la pu&a calle o, se olvidan de la ley de dependencia y que a los ancianos o menos válidos los parta un rayo que, total, así no dan ruido.
Pero seguimos en campaña electoral y los adlátares de ese hombre providencial que salvará a esta pobre Nación de todos los males habidos y por haber, se envolverán en la bicolor mientras los acólitos de este nuevo Guifredo el Pilos, estarán arropados con la cuatribarrada bicolor pero, después del dia De y la hora Hache, ¿qué? ¿Habrá menos parados? ¿Echarán a menos gente a la p&ta calle? ¿Nos pagarán las pensiones? ¿Seguirán fijos en sus trece e inasequibles al desaliento disminuyendo cada día unos pocos de los derechos políticos y sociales que tanta sangre y tantas lágrimas ha costado a los “pobrecitos” españoles. No a los riquitos.
Puede que si, tú, al menos es lo que dicen los católicos apostólicos y románticos, que la fe mueve cordilleras. A ver si con suerte desaparecen los Pirineos.
Por eso yo voy a votar convergencia que, aunque no creo que llegue muy lejos, por lo menos le está tocando los cataplines a esa derechona cerril y retrógrada con base en Madrid (y ramificaciones en las demás ciudades y pueblines españoles) en la que una señora heredó de su antecesor además del cargo una deuda de cerca de siete mil millones de euros y que tiene para ella sola un despacho más grande que el de Obama, aparte de disponer de una flota automovilística con más vehículos que toda la CE junta, entre otra cositas y que, ahora se sale por la tangente y se va de finde a cualquier lujoso hotel lisboeta mientras, su antecesor, elabora a toda velocidad, todo un compendio de normas represivas que, si esta sociedad anestesiada logra algún día levantar cabeza, tendrá que revisar y adecuar a los tiempos que vivimos con la misma o más velocidad con la que este gachó las está imponiendo.
Salud
De siempre he oído decir a mis mayores y a los que no eran míos, que uno de los defectos que más daño nos hace a los españolitos seamos de a píe o de alta alcurnia y de baja cama, es la envidia. La envidia es un sentimiento que nos corroe por dentro como si fuera ácido sulfúrico hasta despojarnos totalmente de
otros más humanos. ¡Cuántos crímenes horrendo se han cometido a lo largo de los siglos, cuya única motivación era una envidia crónica enquistada en el subconsciente profundo del asesino! Es una enfermedad grave que debe ser bien controlada por gente experta para evitar males mayores o que degenere en impulsos destructores de los semejantes.
Otro vicio que a la vez es también un deporte muy español, es el insulto, el insulto es una práctica deportiva a nivel “supracomunitario” dentro de esta Nación de Naciones. Esto de insultar también viene de muy lejos y creo que tienen mucho que ver con nuestro otro vicio nacional, la envidia, pues, el envidioso o envidiosa, no desaprovechará por mínima que sea, cualquier oportunidad que tenga de vituperar y aguijonear sin piedad al ser al que haya hecho objeto de su envidia porque, en el sufrimiento de este, reside su máximo placer.
El fútbol también es un deporte muy practicado, pero menos, en el, todavía hay algunos practicantes del insulto, sobre todo dirigido a los jueces pero a quien más, a los jugadores de los equipos contrarios, así, podemos oírles decir de él o ellos desde “mariconcete a pisacharcos pasando por tuercebotas”, cuando no palabronas tan feas y malsonantes que a uno, sin ser precisamente un puritano, le rechinan los oídos.
Es paradójico, que cerebros en apariencia sanos e, incluso que pasan ante los ojos del vulgo de su entorno como mentes bien amuebladas, en apenas una fracción de segundos se alinean del bando del o de los energúmenos de turno y, poniéndose a su par en lo que a berreantes becerradas se refiere, justifican sus injustificables acciones y toleran cuando no ensalzan, sus denigrantes para quienes van dirigidas, exclamaciones soeces, quedando así encuadrados todos en la facción de los trogolditas, por muchas sedas con las que luego quiera adornarse.
No resulta raro ver y oír a un grupo de honrados o menos honrados padres de familia, formando coro ocasionalmente para berrear todos a una y tan perfectamente sincronizados que, más parecen el Orfeón Donostierra eso de, Buta Buta Baaaarça, Buta Buta. Por ejemplo.
O, habiéndole cogido ojeriza a un jugador o a algún espectador o a lo que sea, formalizar por arte de birlibirloque o encantamiento, un equipo detractor que, si no fuera por el catalizador de la envidia u odio común de todos ellos hacia alguien quizás infinitamente superior como ser humano, o, técnica y culturalmente, jamás se daría en la vida cotidiana pues, los corifeos, suelen ser gente dispar.
Es cierto que “la masa”, guiada por la pasión, es difícil de encauzar pero, se encauza si le tocas en los resortes emocionales que le sirven de motor. Ahora bien, ¿qué podemos decir del ser individual que, solo, tranquilo y confortable en su propio domicilio o, en envuelto por la calidez que proporciona el aire acondicionado de un despacho dotado con un micrófono, se dedica a segarle la hierba bajo los píes a todo bicho viviente cuya línea de pensamiento no vaya en paralelo con la suya? ¡Y de aquellos que charlan amenamente de lo terreno y lo divino aspirando el olorcito de un café recién hecho mientras despellejan vivo a cualquier ausente? En estos casos no veo la enfervorizada pasión inyectada por la “masa” sino, una premeditada alevosía encaminada a hacer el mayor daño posible que, si va dirigida a una persona con padre y madre e hijos, alcanza la cota máxima de perversión pues, no es lo mismo, que cuando estas puyas o difamaciones, se dirigen a sociedades o instituciones ya que, en ese caso, forman parte de la feroz lucha por el poder que entre ellas mantienen desde el principio de los tiempos aunque, como es de suponer, todo tiene un límite, unas reglas que que no se deben sobrepasar.
Salud.
otros más humanos. ¡Cuántos crímenes horrendo se han cometido a lo largo de los siglos, cuya única motivación era una envidia crónica enquistada en el subconsciente profundo del asesino! Es una enfermedad grave que debe ser bien controlada por gente experta para evitar males mayores o que degenere en impulsos destructores de los semejantes.
Otro vicio que a la vez es también un deporte muy español, es el insulto, el insulto es una práctica deportiva a nivel “supracomunitario” dentro de esta Nación de Naciones. Esto de insultar también viene de muy lejos y creo que tienen mucho que ver con nuestro otro vicio nacional, la envidia, pues, el envidioso o envidiosa, no desaprovechará por mínima que sea, cualquier oportunidad que tenga de vituperar y aguijonear sin piedad al ser al que haya hecho objeto de su envidia porque, en el sufrimiento de este, reside su máximo placer.
El fútbol también es un deporte muy practicado, pero menos, en el, todavía hay algunos practicantes del insulto, sobre todo dirigido a los jueces pero a quien más, a los jugadores de los equipos contrarios, así, podemos oírles decir de él o ellos desde “mariconcete a pisacharcos pasando por tuercebotas”, cuando no palabronas tan feas y malsonantes que a uno, sin ser precisamente un puritano, le rechinan los oídos.
Es paradójico, que cerebros en apariencia sanos e, incluso que pasan ante los ojos del vulgo de su entorno como mentes bien amuebladas, en apenas una fracción de segundos se alinean del bando del o de los energúmenos de turno y, poniéndose a su par en lo que a berreantes becerradas se refiere, justifican sus injustificables acciones y toleran cuando no ensalzan, sus denigrantes para quienes van dirigidas, exclamaciones soeces, quedando así encuadrados todos en la facción de los trogolditas, por muchas sedas con las que luego quiera adornarse.
No resulta raro ver y oír a un grupo de honrados o menos honrados padres de familia, formando coro ocasionalmente para berrear todos a una y tan perfectamente sincronizados que, más parecen el Orfeón Donostierra eso de, Buta Buta Baaaarça, Buta Buta. Por ejemplo.
O, habiéndole cogido ojeriza a un jugador o a algún espectador o a lo que sea, formalizar por arte de birlibirloque o encantamiento, un equipo detractor que, si no fuera por el catalizador de la envidia u odio común de todos ellos hacia alguien quizás infinitamente superior como ser humano, o, técnica y culturalmente, jamás se daría en la vida cotidiana pues, los corifeos, suelen ser gente dispar.
Es cierto que “la masa”, guiada por la pasión, es difícil de encauzar pero, se encauza si le tocas en los resortes emocionales que le sirven de motor. Ahora bien, ¿qué podemos decir del ser individual que, solo, tranquilo y confortable en su propio domicilio o, en envuelto por la calidez que proporciona el aire acondicionado de un despacho dotado con un micrófono, se dedica a segarle la hierba bajo los píes a todo bicho viviente cuya línea de pensamiento no vaya en paralelo con la suya? ¡Y de aquellos que charlan amenamente de lo terreno y lo divino aspirando el olorcito de un café recién hecho mientras despellejan vivo a cualquier ausente? En estos casos no veo la enfervorizada pasión inyectada por la “masa” sino, una premeditada alevosía encaminada a hacer el mayor daño posible que, si va dirigida a una persona con padre y madre e hijos, alcanza la cota máxima de perversión pues, no es lo mismo, que cuando estas puyas o difamaciones, se dirigen a sociedades o instituciones ya que, en ese caso, forman parte de la feroz lucha por el poder que entre ellas mantienen desde el principio de los tiempos aunque, como es de suponer, todo tiene un límite, unas reglas que que no se deben sobrepasar.
Salud.
Obvio parece ¿verdad?, pero no, la creencia más extendida es que todas las opiniones deben ser respetadas, pero no es verdad, todas las opiniones no son respetables ni deben ser respetadas.
Por ejemplo, no es respetable la opinión de quienes justifican la esclavitud ni en sentido amplio ni restringido. Ni el machismo, ni la xenofobia. Quizás en su día estas opiniones mereciesen el aplauso de sus contemporáneos. Es más, era la norma, la ley, tanto divina como humana pues, desde la alta posición del santón de turno y de las sillas reinantes más poderosas, ya se decía que las mujeres eran inferiores a los hombres y que los negros o los indios no tenían alma y que, por eso, los seres superiores, blancos por supuesto, tenían no sólo derecho sino la obligación de hacerles producir para ellos, como si de un mulo o una vaca se tratara.
Hay gente todavía, mucha por desgracia, que persiguen con ahínco este ideal: que las mujeres sean para ellas simples objetos de placer además de mulas de carga o animales de compañía y que, los demás seres humanos fuera de su círculo, esfera o escala social, no sean otra cosa que fallidos experimentos de la creación, útiles únicamente en tanto en cuanto se pueda obtener de ellos alguna rentabilidad. Por desgracia para los creyentes cristianos y mahometanos, mucha de esta clase de individualidades, dicen de sí mismos que son seguidores de las enseñanzas del profeta, sea éste natural de Palestina o de la hoy Arabia aunque, se dan en todas partes, desde América del Sur y del Norte hasta las gélidas tierras europeas y chinas. En todas partes tenemos iluminados de estos.
A veces se nos presentan muy educados y corteses, haciendo ostentación notoria de una esmerada cultura y, otras, de la manera más rudimentaria, grosera, obscena y chabacana, como es el caso del escrito que hoy podemos leer en esto foro, colgado por uno de estos apóstoles iluminados de a saber qué credo, en el que se afirma con total desfachatez e impunidad, que D. Santiago José Carrillo Solares, fue en vida una rata inmunda y que merece estar mil veces bien muerto, lamentándose el autor del escrito, de no haber podido ser él el que le diera matarile siendo él uno de los que formaran el pelotón que lo fusilara o, al menos el verdugo ejecutor a garrote vil.
Y como vemos y es costumbre en este engendro humano lo habrá colgado ya o lo hará en todos los demás foros de España. Y nadie dice nada, nadie. Nadie se percata o quiere ver la bajeza moral que se encierra en esos renglones que, estoy seguro, esta alimaña humana no ha pergeñado, sino otra o en equipo otras, de las que cada día hacen apología del terror en todos nuestros medios de comunicación social.
Salud.
Por ejemplo, no es respetable la opinión de quienes justifican la esclavitud ni en sentido amplio ni restringido. Ni el machismo, ni la xenofobia. Quizás en su día estas opiniones mereciesen el aplauso de sus contemporáneos. Es más, era la norma, la ley, tanto divina como humana pues, desde la alta posición del santón de turno y de las sillas reinantes más poderosas, ya se decía que las mujeres eran inferiores a los hombres y que los negros o los indios no tenían alma y que, por eso, los seres superiores, blancos por supuesto, tenían no sólo derecho sino la obligación de hacerles producir para ellos, como si de un mulo o una vaca se tratara.
Hay gente todavía, mucha por desgracia, que persiguen con ahínco este ideal: que las mujeres sean para ellas simples objetos de placer además de mulas de carga o animales de compañía y que, los demás seres humanos fuera de su círculo, esfera o escala social, no sean otra cosa que fallidos experimentos de la creación, útiles únicamente en tanto en cuanto se pueda obtener de ellos alguna rentabilidad. Por desgracia para los creyentes cristianos y mahometanos, mucha de esta clase de individualidades, dicen de sí mismos que son seguidores de las enseñanzas del profeta, sea éste natural de Palestina o de la hoy Arabia aunque, se dan en todas partes, desde América del Sur y del Norte hasta las gélidas tierras europeas y chinas. En todas partes tenemos iluminados de estos.
A veces se nos presentan muy educados y corteses, haciendo ostentación notoria de una esmerada cultura y, otras, de la manera más rudimentaria, grosera, obscena y chabacana, como es el caso del escrito que hoy podemos leer en esto foro, colgado por uno de estos apóstoles iluminados de a saber qué credo, en el que se afirma con total desfachatez e impunidad, que D. Santiago José Carrillo Solares, fue en vida una rata inmunda y que merece estar mil veces bien muerto, lamentándose el autor del escrito, de no haber podido ser él el que le diera matarile siendo él uno de los que formaran el pelotón que lo fusilara o, al menos el verdugo ejecutor a garrote vil.
Y como vemos y es costumbre en este engendro humano lo habrá colgado ya o lo hará en todos los demás foros de España. Y nadie dice nada, nadie. Nadie se percata o quiere ver la bajeza moral que se encierra en esos renglones que, estoy seguro, esta alimaña humana no ha pergeñado, sino otra o en equipo otras, de las que cada día hacen apología del terror en todos nuestros medios de comunicación social.
Salud.