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A vos verriondo, que no reverendo papá, deje un momento su libro, váyase un rato de arrecho y deje que nos concentremos en las cosas del almendral, dijo compungida ayer la mocita al enterarse,
que hay paraísos fiscales en este mundo de mortales donde reina don Parneles. Ya sabes, sitios habitados por dioses con los píes de barro en mansiones impensables. Y es el caso, que los yanquis del senado, han dicho a su omnipotente que, el dinero de los contribuyentes no está para que lo disfruten mangantes con posesiones adquiridas vampirizando la sangre de quienes parecen pero no son semejantes. Bravo gesto por su parte, pero temo, que como dicen los que se han colocado por divisa un asno, este sistema seguirá su marcha porque hay muchos poniendo el cazo.
Dentro de un rato; Pietro de las Perras Chicas hablará en nuestro anfiteatro central y oirá decir a la Esper que le deben 9.000 del ala entre pitos y flautas, los demás, otro tanto.
Y la mocita pregunta quizá con toda la razón, que, ¿quien paga su hipoteca y la diaria manutención?
Como siempre, Rita, no la cantaora, sino la que vive atosigada por miedos de siglos y con el ay en las tragaderas que, al paso que va la cosa, se le secará aún más.
Nosotros, claro, ya tenemos agotado los agujeros de nuestro cinturón pues, nuestra cintura de avispa no está para más apretones aunque, como siempre, hay quienes obtendrán gran beneficio mientras dicen, que serán nuestros salvadores.
En fin..., huyamos hacia adelante y pongámonos manos a la obra; para empezar, iniciemos la construcción de un barrio residencial y, como escasea doña guita, dejemos las tuberías de las fuentes que eso son tonterías, vayamos al grano, deshagámonos del personal de contrata que día llegará en que sople el aire y se barran solas las calles y si llueve, se limpiaran las alcantarillas. Sigamos en nuestra capilla y todos nuestros quehaceres tapemos con el sello del Top Secret. No olvidemos nuestro lema: Por el pueblo, sin el pueblo, para el pueblo. ¿De quien?
Salud.
que hay paraísos fiscales en este mundo de mortales donde reina don Parneles. Ya sabes, sitios habitados por dioses con los píes de barro en mansiones impensables. Y es el caso, que los yanquis del senado, han dicho a su omnipotente que, el dinero de los contribuyentes no está para que lo disfruten mangantes con posesiones adquiridas vampirizando la sangre de quienes parecen pero no son semejantes. Bravo gesto por su parte, pero temo, que como dicen los que se han colocado por divisa un asno, este sistema seguirá su marcha porque hay muchos poniendo el cazo.
Dentro de un rato; Pietro de las Perras Chicas hablará en nuestro anfiteatro central y oirá decir a la Esper que le deben 9.000 del ala entre pitos y flautas, los demás, otro tanto.
Y la mocita pregunta quizá con toda la razón, que, ¿quien paga su hipoteca y la diaria manutención?
Como siempre, Rita, no la cantaora, sino la que vive atosigada por miedos de siglos y con el ay en las tragaderas que, al paso que va la cosa, se le secará aún más.
Nosotros, claro, ya tenemos agotado los agujeros de nuestro cinturón pues, nuestra cintura de avispa no está para más apretones aunque, como siempre, hay quienes obtendrán gran beneficio mientras dicen, que serán nuestros salvadores.
En fin..., huyamos hacia adelante y pongámonos manos a la obra; para empezar, iniciemos la construcción de un barrio residencial y, como escasea doña guita, dejemos las tuberías de las fuentes que eso son tonterías, vayamos al grano, deshagámonos del personal de contrata que día llegará en que sople el aire y se barran solas las calles y si llueve, se limpiaran las alcantarillas. Sigamos en nuestra capilla y todos nuestros quehaceres tapemos con el sello del Top Secret. No olvidemos nuestro lema: Por el pueblo, sin el pueblo, para el pueblo. ¿De quien?
Salud.