ALMENDRAL: Para Manuel, va este humilde soneto...

Para Manuel, va este humilde soneto
de parte de un marinero, El Vizcaíno;
un pirata como el coral de fino,
de tez requemada, ágil si hay viento.

Él, todos empieza con un cuarteto
que pergeña mañoso desde popa
en los días en que se quita la ropa
y con las sales y los vientos juega al teto.

Si las olas lo permiten, terceto;
que la calma invita al sexo y a la copa
aunque dice que pasó su momento.

Y es que, de más joven fue un buen jumento
poseedor de un instrumento tan atento,
que oía ¡ooola vaaa!, y ya estaba la mar contento.

Pero dejemos los versos,
que las rimas las carga el diablo
igual que a las escopetas,
y sé de algunos poetas
a los que dieron matarile
esos que van disfrazados
con uniformes de guerra
que le declaran al fryky
por plasmar ideas rimadas,
esas que tanto molestan
a los amos de la manada.

Si quieres, asturiano,
montañés trasplantado
a esos áridos secanos
tan ariscos pero domados;
mañana te cuento
lo que hizo El Vizcaíno
junto con su primo hermano,
un tal Robespierre,
cuando izaron las tibias
cruzadas, para más señas.
Salud.