¿Tienes un negocio?
Con la que está cayendo mozuela, y los portavoces de los partidos políticos siguen con su habitual toma y daca propio de una partida de ajedrez de medio pelo para abajo.
Cuando esto era un oasis en medio de la aridez del mundo, a veces causaban vergüenza, pero ahora es que los oyes y te entran escalofríos. Van por libre, como los tontucios, con su erre que erre y sin querer quitarse la jáquima con anteojeras.
El “sistema” el “orden económico” está haciendo aguas por todas partes, como barco carcomido en los Sargazos, pero ellos, que si quieres flores, a su bola.
Sueltas a los del central y te agarras a los del extrarradio y, ahí ya es el acabose. A esos, no los sacas de su tontería ni aunque le atices con un mazo en la frente. Los unos con su asno por divisa y los otros encaramados en sus verdes montes, parecen autistas, y que estos me perdonen.
Encima son nuestros timoneles pues, el barco en que navegamos a la deriva en medio del proceloso mar agitado por una extraordinaria galerna internacional, lo guían como si fuera un auto de esos de feria, ahora para acá, luego para allá, como los niños chicos.
Joé, que estos tíos y tías, parecen que son los del almendral, pero a nivel total, o sea general y, unos dicen “La crisis tendrá costes para todos y solo saldrán de ella quienes sepan unirse" ¡Ahí va la hostia! Y yo desgreñado. Entonces, ¿para qué te hemos nombrado? Luego, llega el otro y le dice a Bambi “bananero”, porque le exige a los del gallego, “que acepten su plan sin condiciones”. Total, que el ideal de estos estrategas es el de los bomberos pirómanos.
Para echar leña a la hoguera, los de los periódicos. Estos si que son buenos narrando y enfatizando los zorrunos juegos de unos y de otros, como si la cosa fuera un partido de fútbol.
Y los de a píe, ahí, atribulados pero con la boquita cerrada para que no se le llene de moscas, como si a ellos en estos momentos les importara mucho qué líder o líderes de las formaciones políticas en juego fueran a sacar más provecho de la hecatombe. Como si el paro creciente, la hipoteca, el bananero que no vende una col y si lo hace es a un precio oneroso porque lo acribillan con impuestos de todos los colores, los ladrillos que no se hacen porque no hay donde colocarlos y en fin, la cesta, que cada día la llenas menos gastando más. Esas son las preocupaciones, esas, y ojalá que no lleguemos al corralito.
Salud.
Cuando esto era un oasis en medio de la aridez del mundo, a veces causaban vergüenza, pero ahora es que los oyes y te entran escalofríos. Van por libre, como los tontucios, con su erre que erre y sin querer quitarse la jáquima con anteojeras.
El “sistema” el “orden económico” está haciendo aguas por todas partes, como barco carcomido en los Sargazos, pero ellos, que si quieres flores, a su bola.
Sueltas a los del central y te agarras a los del extrarradio y, ahí ya es el acabose. A esos, no los sacas de su tontería ni aunque le atices con un mazo en la frente. Los unos con su asno por divisa y los otros encaramados en sus verdes montes, parecen autistas, y que estos me perdonen.
Encima son nuestros timoneles pues, el barco en que navegamos a la deriva en medio del proceloso mar agitado por una extraordinaria galerna internacional, lo guían como si fuera un auto de esos de feria, ahora para acá, luego para allá, como los niños chicos.
Joé, que estos tíos y tías, parecen que son los del almendral, pero a nivel total, o sea general y, unos dicen “La crisis tendrá costes para todos y solo saldrán de ella quienes sepan unirse" ¡Ahí va la hostia! Y yo desgreñado. Entonces, ¿para qué te hemos nombrado? Luego, llega el otro y le dice a Bambi “bananero”, porque le exige a los del gallego, “que acepten su plan sin condiciones”. Total, que el ideal de estos estrategas es el de los bomberos pirómanos.
Para echar leña a la hoguera, los de los periódicos. Estos si que son buenos narrando y enfatizando los zorrunos juegos de unos y de otros, como si la cosa fuera un partido de fútbol.
Y los de a píe, ahí, atribulados pero con la boquita cerrada para que no se le llene de moscas, como si a ellos en estos momentos les importara mucho qué líder o líderes de las formaciones políticas en juego fueran a sacar más provecho de la hecatombe. Como si el paro creciente, la hipoteca, el bananero que no vende una col y si lo hace es a un precio oneroso porque lo acribillan con impuestos de todos los colores, los ladrillos que no se hacen porque no hay donde colocarlos y en fin, la cesta, que cada día la llenas menos gastando más. Esas son las preocupaciones, esas, y ojalá que no lleguemos al corralito.
Salud.