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El otro día moza recia, desde Monsalud te decía, que por las dehesas de las Españas, cada vez había más piaras de cerdos de esos que se ponen tan redonditos engordando a base de tragarse todo lo que se pone al alcance de su hocico carroñero.
Que con estos, a diferencia de los guarros normales, no se suele hacer la matanza, con sus choricitos y demás, entre cosas, porque son chorizos integrales de difícil reciclaje.
Pero ahora mismo no te quiero hablar de etos honorabilísimos animales, hoy, me gustaría hablarte con acierto de otros, de los mencionados en primer lugar, a los que les solemos dar otro nombre e incluso, a muchos, además de rendir honores, le debemos pleitesía.
Por ejemplo:
Aquellos que usando malas artes se aprovechan o apropian del trabajo que hacen los demás, en su propio beneficio.
Quienes son encumbrados a cargos públicos y lo usan para arrebañar hacia su bolsa todo lo que pueden y más..., mientras los dejan. La Justicia, ese cuarto poder tan denostado o las personas mismas. Cuando lo quitan de en medio al percatarse de sus trapacerías.
De estos hemos tenido muchos en el devenir de los tiempos en todas las dehesas peninsulares. No mujer, Curro Jimenes fue un invento de la telebasura, ese no, si acaso y en su línea, El Dioni, que también robó a un rico para dárselo a un pobre, él mismo.
Yo te hablo por decir algunos, de los roldanes y gente así. Como aquél civil que se metió o metieron a jefe de un instituto militar que llaman civil. Este sí que arrambló, pues le echaron treinta tacos de los que sólo cumplirá unos quince y cuasi la mitad sólo por la noche. De día me supongo que andará por Zaragoza haciendo como que hace algo y tomando cañitas por El Tubo. Espero que no se encuentre con su antiguo jefe y se crucen unas rondas. Y su compinche Paisa, el que no estaba muerto que estaba tomando cañas. Por supuesto, de la guita nunca más se supo, ¡qué se va a saber!, jejejeje, je.
El laureado banquero, buque insignia de la gente guapa, aquél que hizo lo que hoy mismo está haciendo el clavero ese de los populares; por el cual hay hasta quien dice que metería las manos en el fuego porque está seguro de su inmaculada honradez, o sea, amenazar desde el Rey de España para abajo con la socorrida coartada de tirar de la manta, ahora, está muchas veces dando lecciones por la caja tonta sobre economía y demás.
Por cierto, todos van muy bien vestidos, con trajes caros, de los más caros coño, no esa mierda traje que llevan otros, como diría mi primo Iñaqui, el de Rentería, ese pueblo vasco que se manifestó hace un par de día porque sus habitantes no se sienten seguros debido a que tienen como vecinos a unos cuantos moros y paquistaníes, que los tienen muy asustados. Uuuuh.
Yo que Esperancita, mocita, no le pediría ante él postrada al tesorero en cuestión, que echara las campanas al vuelo si tiene lo que ha que tener, sino que pondría a Mortadelo y Filemón a ganarse el pan suyo de cada día, trabajando para proporcionarle al cuestionado un aireado apartamento con todas las comodidades y medidas de seguridad.
¿Dinero yo, excelencia señor guardia? ¡Si sólo son unos ahorrillos que afanó mi parienta y los churubeles vendiendo ajos el mercadillo.
Salud.
El otro día moza recia, desde Monsalud te decía, que por las dehesas de las Españas, cada vez había más piaras de cerdos de esos que se ponen tan redonditos engordando a base de tragarse todo lo que se pone al alcance de su hocico carroñero.
Que con estos, a diferencia de los guarros normales, no se suele hacer la matanza, con sus choricitos y demás, entre cosas, porque son chorizos integrales de difícil reciclaje.
Pero ahora mismo no te quiero hablar de etos honorabilísimos animales, hoy, me gustaría hablarte con acierto de otros, de los mencionados en primer lugar, a los que les solemos dar otro nombre e incluso, a muchos, además de rendir honores, le debemos pleitesía.
Por ejemplo:
Aquellos que usando malas artes se aprovechan o apropian del trabajo que hacen los demás, en su propio beneficio.
Quienes son encumbrados a cargos públicos y lo usan para arrebañar hacia su bolsa todo lo que pueden y más..., mientras los dejan. La Justicia, ese cuarto poder tan denostado o las personas mismas. Cuando lo quitan de en medio al percatarse de sus trapacerías.
De estos hemos tenido muchos en el devenir de los tiempos en todas las dehesas peninsulares. No mujer, Curro Jimenes fue un invento de la telebasura, ese no, si acaso y en su línea, El Dioni, que también robó a un rico para dárselo a un pobre, él mismo.
Yo te hablo por decir algunos, de los roldanes y gente así. Como aquél civil que se metió o metieron a jefe de un instituto militar que llaman civil. Este sí que arrambló, pues le echaron treinta tacos de los que sólo cumplirá unos quince y cuasi la mitad sólo por la noche. De día me supongo que andará por Zaragoza haciendo como que hace algo y tomando cañitas por El Tubo. Espero que no se encuentre con su antiguo jefe y se crucen unas rondas. Y su compinche Paisa, el que no estaba muerto que estaba tomando cañas. Por supuesto, de la guita nunca más se supo, ¡qué se va a saber!, jejejeje, je.
El laureado banquero, buque insignia de la gente guapa, aquél que hizo lo que hoy mismo está haciendo el clavero ese de los populares; por el cual hay hasta quien dice que metería las manos en el fuego porque está seguro de su inmaculada honradez, o sea, amenazar desde el Rey de España para abajo con la socorrida coartada de tirar de la manta, ahora, está muchas veces dando lecciones por la caja tonta sobre economía y demás.
Por cierto, todos van muy bien vestidos, con trajes caros, de los más caros coño, no esa mierda traje que llevan otros, como diría mi primo Iñaqui, el de Rentería, ese pueblo vasco que se manifestó hace un par de día porque sus habitantes no se sienten seguros debido a que tienen como vecinos a unos cuantos moros y paquistaníes, que los tienen muy asustados. Uuuuh.
Yo que Esperancita, mocita, no le pediría ante él postrada al tesorero en cuestión, que echara las campanas al vuelo si tiene lo que ha que tener, sino que pondría a Mortadelo y Filemón a ganarse el pan suyo de cada día, trabajando para proporcionarle al cuestionado un aireado apartamento con todas las comodidades y medidas de seguridad.
¿Dinero yo, excelencia señor guardia? ¡Si sólo son unos ahorrillos que afanó mi parienta y los churubeles vendiendo ajos el mercadillo.
Salud.