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ALMENDRAL: Abandonarse al agua, a su corriente, ...

Abandonarse al agua, a su corriente,
ceder a su mudanza cristalina,
a su piel de corceles y guadañas,
hacerse cómplice
de su virtud y su condena.
Perplejo, la divisa
el hombre,
la sabe inabarcable, opalescente,
anuente en su delgada transparencia,
en la contienda, cruel,
distal y sanadora,
necesaria enemiga,
amante celestial.

Abandonarse al agua, a su diluvio,
a su cara y su cruz,
al lenguaje oceánico
de su sólito enigma,
para saberse eterno
al dorso de la sed.