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ALMENDRAL: Guille, el Presi, se lamenta que por las Españas en...

Guille, el Presi, se lamenta que por las Españas en cuanto a política se refiere, lo que más brilla es el exabrupto y el atrincheramiento. Es normal que se quede perplejo al ver cómo un paquidermo cualquiera entra en una casa de porcelanas haciendo añicos todos los cacharritos expuestos.
Por estos países nuestros, dentro de las derechas hay que distinguir entre la culta y civilizada, demócrata y cristiana y esa otra, la enrocada en su caverna, la que está agazapada esperando la ocasión más propicia para salir a la calle a exterminar para siempre a esos rojazos disgregadores e incultos. Con la una es posible el diálogo y el entendimiento, tan necesario, con la otra es casi imposible pues, a lo largo de los siglos, han más que demostrado en sus numerosos discursos, que no puede ser. Mira mocita, te cito el encabezamiento de unos cuantos, (Por mis güevos. Aquí mandan mis cohones. Muera la inteligencia. Viva la muerte. A la hoguera con ellos) y no sigo porque todos son más o menos de la misma ralea.

Cuando dicen que han hablado, es porque han soltado un eructo y, cuando dicen que están razonado, es porque están dándole rienda suelta a sus ventosidades.
Con razón, mis abuelas analfabetas en su inmensa sabiduría, siempre me recalcaban que ni siquiera por curiosidad me acercara a las zahúrdas, y menos entrar en ellas si estaba dentro su morador y, si no, antes había que desinfectarlas con mucho zotal y salfumán y luego darle varias capas de cal blanca recién apagada. Menos todavía, en aquellas pocilgas revestidas de oropeles con retorcidas columnas doradas pues, tanto en unas como en otras, lo menos que me podía pasar es que saliera de ellas totalmente cubierto de piojos, chinches y liendres.
Si las porquerizas eran campestres, que me asegurara muy mucho, de no meter los píes en los barrizales formados con los detritos que emanan, porque son trampas mortales, y aparte de las enfermedades, nunca falta una cochina recién parida que devora todo cuanto encuentra para inflar más aún su oronda panza.

Pero bueno, vale ya de consejas de viejas y sigamos con lo de Guillermo, él, se enorgullece con toda razón de primar en nuestra Región a la sanidad y a la educación por encima de otras consideraciones pero, hace una pregunta que se sale del contexto por inapropiada, dice, ¿cuánto gastan los catalanes en temas lingüísticos? ¡Ay! ¿Y los castellanos, vascos, gallegos y valencianos? ¿Acaso una lengua es un capricho? ¿No merecen todos estos idiomas el mismo o más respeto, el mismo trato cariñosos, que el Castúo, Las Fablas, el Barranqueño o el Oliventino?
Subamos moza a las alturas, Guadalupe, Montserrat, Begoña o Santiago, respiremos hondo y luego ya, con las palpitaciones calmadas, reflexionemos una miaja antes de soltar el rebuzno.
Salud.