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¡Vamos allá recia moza!
Hoy toca por peteneras.
Haz que tu flauta eche al aire sus dulces quebradizos sones.
Que repiquen esas palmas y los palillos no cejen.
Que se calle la guitarra y deje flotando sólo, el sonío de tu garganta.
Quisiera yo renegar de este mundo por entero.
Volver de nuevo a habitar,
por ver si en otro más nuevo,
encontraba alguna verdad.
Aquellos que tengan tres viñas y el tiempo le quita dos,
que se conformen con una y que den gracias a su dios.
Tienes algunas cosas mías,
pero te falta un hervor que no está en las letanías,
por eso serrana mía hoy toca por peteneras,
vente conmigo a la bamba, nos vamos a columpiar.
Que yo no soy quien tu te crees ni quien debiera de ser,
que soy como trasto viejo dejado contra una pared.
Que estando un día en el Altozano partiendo almendras amargas,
dijiste mocita mía:
tírate por los callejones,
y me tiré sin mirar que había debajo un rescualdo que estaba sin apagar.
¿Dónde vas bella muchacha tan compuesta y a deshoras?
-Voy buscando a ese galán que anda por la Cerca Honga
al que unos zíngaros vieron retozando en el Descanso.
-La danza del vientre dicen que estaba bailando.
¡Vamos allá moza recia!
Que me he puesto para ti mi sombrero portugués y mi chaleco con flores,
ven aquí remediaora y apacigua mis dolores,
que está sufriendo mi cuerpo una enfermedad de amores.
¡Ay!, qué finura que tienen los mimbres de tu cintura.
Con el mirabrás con el mirabrás, anda que andas poco y lo andas muy mal.
Que tengo naranjas que son de la China, que tengo limones que son del Japón.
Con el mirabrás con el mirabrás, me voy de la fuente y mañana más.
¡Ea! A cascarla.
Salud.
Hoy toca por peteneras.
Haz que tu flauta eche al aire sus dulces quebradizos sones.
Que repiquen esas palmas y los palillos no cejen.
Que se calle la guitarra y deje flotando sólo, el sonío de tu garganta.
Quisiera yo renegar de este mundo por entero.
Volver de nuevo a habitar,
por ver si en otro más nuevo,
encontraba alguna verdad.
Aquellos que tengan tres viñas y el tiempo le quita dos,
que se conformen con una y que den gracias a su dios.
Tienes algunas cosas mías,
pero te falta un hervor que no está en las letanías,
por eso serrana mía hoy toca por peteneras,
vente conmigo a la bamba, nos vamos a columpiar.
Que yo no soy quien tu te crees ni quien debiera de ser,
que soy como trasto viejo dejado contra una pared.
Que estando un día en el Altozano partiendo almendras amargas,
dijiste mocita mía:
tírate por los callejones,
y me tiré sin mirar que había debajo un rescualdo que estaba sin apagar.
¿Dónde vas bella muchacha tan compuesta y a deshoras?
-Voy buscando a ese galán que anda por la Cerca Honga
al que unos zíngaros vieron retozando en el Descanso.
-La danza del vientre dicen que estaba bailando.
¡Vamos allá moza recia!
Que me he puesto para ti mi sombrero portugués y mi chaleco con flores,
ven aquí remediaora y apacigua mis dolores,
que está sufriendo mi cuerpo una enfermedad de amores.
¡Ay!, qué finura que tienen los mimbres de tu cintura.
Con el mirabrás con el mirabrás, anda que andas poco y lo andas muy mal.
Que tengo naranjas que son de la China, que tengo limones que son del Japón.
Con el mirabrás con el mirabrás, me voy de la fuente y mañana más.
¡Ea! A cascarla.
Salud.