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ALMENDRAL: Pues mire tu que bien mocita, que nos dice el purpurado...

Pues mire tu que bien mocita, que nos dice el purpurado que olvidemos el pasado y que volvamos al amor. Estamos de acuerdo ¿no? Pero vamos a olvidarnos todos, porque no puede ser que unos se olviden de todo y otros, en octubre del año pasado, hagan beatos de un golpe a 496 víctimas de la incivil, pero de los suyos.

Los otros ni agua, ni siquiera el más mínimo reconocimiento de que también fueron víctima de aquel horror y que sus despojos, están pidiendo a voces un poco de consideración y respeto.
Correr un tupido velo, dice, liberando así a los jóvenes de los lastres del pasado, pero, entonces, ¿no resulta que la memoria se queda con una pata sola? ¿En el futuro cómo se leerá esta historia?

Me parece moza recia, que hay demasiada gente que tienen amnesia según les conviene o no, porque es cierto, que la única iglesia vigente en aquellos tiempos, sufrió en carne propia las consecuencias de su alianza de siglos con los más pudientes, pero a continuación, participó con todas sus armas en la represión que siguió mientras duró la larga noche, hasta que, ya alboreando la democracia, se sumó a ella un poco a remolque por parte de algunos de sus miembros más recalcitrantes.

Vale, hay que cerrar la heridas abiertas durante tanto tiempo, pero me parece que no es el mejor camino haciéndolo desde la ignorancia del pasado, porque es desde su conocimiento, a mi parecer, donde se debe basar ese afán que tienen los españolitos de todas las Españas, de convivir serenamente. Bueno..., algunos no, pero son los menos.

De otra banda, tampoco está bien que a través de las ondas hercianas, un ínclito predicador, incite más al odio que al amor fraterno y al perdón, con sus soflamas diarias.
Salud.