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ALMENDRAL: Esas luces misteriosamente dadas y recibidas en el...

Esas luces misteriosamente dadas y recibidas en el seno de las tinieblas, siempre asociadas a grutas, pozo sagrado u oscuros secretos. ¿Cuales? Porque pozo sí. Pero, ¿por qué en las afueras del centro social? La explicación puede venir de la misma destrucción del asentamiento anterior, a finales del siglo XIV, ya que para entonces, el símbolo estaba presente donde está hoy y el lugar ya estaba edificado y dedicado al culto.

Culto antiguo, céltico, pero quizá más antiguo. Divinidad femenina que simboliza la fertilidad de la tierra, de la tierra madre, con los mismos atributos que tenían Isis, Deméter o Ceres. Igual que la tierra es por sí misma fecunda, y se renueva cada año, esta Diosa-Tierra era invocada por las mujeres estériles que querían dejar de serlo.
Luego, cuando el ritual se adaptó a la corriente religiosa actual, siguen teniendo la misma reputación de milagrosas para las infecundas y, por extensión, protectoras de los niños
Virgen en su origen, la Tierra es fecundada por los rayos del sol y por eso, pudo dar vida a todo lo que existe en la naturaleza, flora y fauna, incluidos los humanos. Así, no hay Dios Sol sin el complemento indispensable de Diosa Tierra.

El toro, el buey, en las antiguas tradiciones simboliza lo viril y lo solar, así que no es extraño, que arando un campo haga salir de debajo de la tierra un efigie que se convierte en una fuente fecunda de beneficios para los habitantes del lugar.

El color que se utiliza para representar esa tierra primitiva que, una vez fecundada, será fuente de toda vida, es precisamente el negro y, en muchos otros sitios de Europa, África y América, se encuentran esas misteriosas piedras negras de origen inmemorial que son veneradas e invocadas por las mujeres para obtener la fecundidad.

Cuando los españoles llevaron a Méjico este símbolo, se encontraron al “dispater”, que era una piedra negra lisa que fue sustituida rápidamente por la idea del mismo simbolismo que ellos llevaron desde nuestro esotérico enclave de las márgenes del río Lupe.

Ni Mahoma, que hizo desaparecer todas las imágenes, se atrevió a tocar la piedra negra venerable, y la incorporó a su fiesta, la de Venus, que se mantiene sagrada.

¿Que por qué te cuento este rollo a tí que te lo sabes de memoria?, pues porque me da la gana recia moza. Y según como tenga mañana los cables sigo o no. Ya veremos.
Salud.