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ALMENDRAL: P´que veas dijo un ciego, moza, se fue a una tienda...

P´que veas dijo un ciego, moza, se fue a una tienda de viejo y se mercó unas Rey Ban.

Ahora mismo te cuento el cuento de los bebistrajos que van en latas y es, porque sé, que de vez en cuando los muchachos y las mujercitas en edad de merecer, se arrenjuntan en el Lejío y con permiso de la autoridad, se colocan bebiendo el primer mejunje que pillan en los estantes del todo a cien.

Y también los mas pollancones, solos o acompañados, en su casa o en el campo, tiran de estos envasados.

Es de ver, el poco caso que hacen a los caldos lugareños y con qué ahínco, empinan el codo e ingieren extrañas sustancias.

Se dice, rumorea y comenta, que con los enlatados se corre el riesgo de padecer una cosa que se llama LEPTOSPIROSIS. ¡Ahí va la hostia! ¿Qué es eso? Te cuento:

Un domingo una mujer compró unas latas de gaseosas “X” y las puso dentro del refrigerador para luego beberlas.

El miércoles la llevaron de emergencia al hospital, donde la ingresaron directamente a Cuidados Intensivos, pero ese mismo día ella falleció.
La autopsia reveló que murió de Leptospirosis.

Averiguando la causa de su muerte comprobaron que había bebido la gaseosa de la lata sin usar un vaso, y estaba infectada por la orina seca de rata, que contiene sustancias mortales y tóxicas no conocidas por el común.
Se recomienda lavar la parte superior antes de abrirlas y consumirlas, pues ya sabes que solemos babosearla y resulta, que las latas siempre están almacenadas en sitios cuya higiene deja mucho que desear, por o que están expuestas a estos roedores, luego son transportadas sin ninguna protección.

Estudios recientes dicen, que las partes superiores de las latas están “mas contaminadas que el Ralango y el Tardamasa y, con más bacterias y gérmenes que el gallinero y la zahúrda juntos.

¡Hala! Que hoy no tengo ganas de chinchar.
Salud.