Cagamojones y taimados
hipócritas y ladinos,
con sus anos ensanchados
de pronto se tornan finos
y lo mejor será enviarlos
si es que quieren tomar algo
que se vayan a tomarlo
por donde amargan los pepinos.
Los duros cartageneros
junto con los sevillanos,
lo cierto es que eran más buenos
que estos troles tan villanos
que se alimentan de mojones
y como lo que se come se cría,
expelen sus deposiciones
exigiendo luego ser tratados
igual que seres normales.
Y es que están muy deformados
porque mal los enseñaron
y como se creen iluminados,
primero se regodearon
creyéndose preclaros
y solicitan los malvados
ser por ello respetados.
No se quieren enterar
que no están capacitados
para vivir en sociedad
y que tienen que respetar
si quieren ser respetados.
Sus maneras torticeras
nos demuestran lindas mozas
que no deben ser estas cosas
de la humanidad punteras
por astutas y por arteras
y resbalar como babosas.
Por donde están destrozan,
rompen todo y se alborozan
chillando cual verduleras
que elogian su mercancía,
pocha, mustia y ya podría
y deprecian a la de primera
que de la mata venía
y es tan fresca y lozana
porque es recién cortada.
Y diciendo ser honradas
te dan brevas arrugadas
a precio de tiernas manzanas
de cáscara sedosa y sana.
Quien las quiera que las compre,
que en mi güerta las crié
y sus frutos jamás vi, así,
que las bondades que tengan
que me las cuelguen a mi
del tararí que las vi.
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