El silbato de mano -de dos sonidos- utilizado por personal ferroviario de circulación para dar salida a los trenes con la orden de "marche el tren". Se iniciaba cuando el jefe de estación o factor de circulación, situado al pie de la locomotora -con su uniforme, funda roja en la gorra y banderín rojo enrollado en vertical (de día), o farol (de noche), daba con su silbato de mano una silbada larga y única. Cerraría la improvisada orquesta el maquinista, accionando con un toque el silbato de la locomotora.
En los tiempos actuales, con las nuevas tecnologías en los modernos ferrocarriles, se encuentra su utilización casi en desuso.

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(Diciembre de 2023)

Cambian las personas y, más despacio, las cosas que nos rodean, las costumbres no son las mismas y los objetos e instrumentos de que nos valemos han evolucionado. Esos cambios imprimen también ritmos diferentes a nuestra existencia. Basta recordar los primeros tiempos de los ferrocarriles, cuando existía el temor a pasar por los túneles o a que el exceso de velocidad produciría desajustes en el organismo humano. Como en tantos otros casos la práctica se encargó de arruinar esos prejuicios.

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Los trabajadores ferroviarios son todos aquellos que tienen un empleo relacionado con el ferrocarril. Este sector engloba diferentes puestos de trabajo con funciones muy diversas.
El oficio del ferroviario es un trabajo vocacional que muchas veces pasaba de generación en generación, de padres a hijos. Así se ha mantenido el amor por este oficio.

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Este silbato de mano ha sido utilizado para dar la señal de "marche el tren" en  varias estaciones de la red ferroviaria, recordando algunas,  por orden de antigüedad:  Madrid Delicias, en la provincia de Toledo estaciones como Numancia de la Sagra-Yuncos y Bargas,  Madrid Atocha, Alicante Término, Alicante Benalúa y Madrid Príncipe Pío la última en su usabilidad.
Su antigüedad de primera utilización puede estar allá por el año 1964.

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