Este convento fue una fundación del Obispo Amador Merino Malaguilla de 1733, quien propuso abrazar las Constituciones de las Carmelitas Descalzas a las beatas instaladas en el beaterio de Nuestra Señora de los Ángeles desde varios años atrás. La construcción de la capilla fue sufragada por el Teniente General D. Alonso de Escobar.