Hace ya bastante tiempo, vino un Gurdia Civil a prestar sus servicios en esta localidad; el hombre venía harto de viaje y claro está, los viajes de entonces no se parecen nada a los de ahora.-El hombre decidió antes de presentarse en el Cuartel buscar una barbería para que le afeitara la barba de varios días y así mejorar su aspecto y con ello granjearse la bienvenida del superior y de sus compañeros de fatigas.-Encontró la barbería y al barbero, que hacía varios días que no le había entrado ningun cliente.-El Guardia muy correcto él, le preguntó tengo que pedir número;-No señor le contestó el barbero; Ud, es el primero, así si lo desea, puede ocupar el sillón.-Tomó asiento y le pidió que lo afeitara, solo que respetara el bigote.-El Guardia tenía una cara de mala leche que como suele decirse ahora se la pisaba; con una ceja arqueada y muy poblada, el ojo derecho fijo y revirado hacia el exterior y con cara de pocos amigos, eso sí, nada tenía que su aspecto con la calidad humanaa de su persona como comprobaremos después de terminado el trabajo el barbero.-Pues nada comen- zó su trabajo el barbero y como el Guardia no le quitaba el ojo de encima, no es que no quisiera el hombre, es que no podía, pues el amigo barbero comenzó a ponerse nervioso y de en vez en cuando le daba un cortecito al Guardia, cosa que solucioonaba aplicándole una barrita a la herida y así un montón de veces hasta que terminó su trabajo.-Una vez ante el espejo el Guardia observando los cortes que le había pegao cogió un búcaro que tenía el barbero allí existente tomo un gran buche y se lo fue pasando de un carrillo a otro y amonestó al barbero diciénde ""MENOS MAL QUE NO SE SALE EL AGUA"", que si no te ibas a ente- rar.-El Guardia que como se dice antes era muy buena persona a pesar de su aspecto, preguntó por el precio de su trabajo, y el Barbero le respondió, SON CINCO EUROS SEÑOR.-EL GUARDIA SE SACÓ VEINTE AUROS DEL BOLSILLO Y LE DIJO.-QUEDESE CON LA VUELTA Y, VALLASE A LA FARMACIA Y COMPRESE Y APLIQUESE UN ANTIDIARREICO, por que al hombre le había llegado cierto tufillo que no había apreciado antes cuando llegó a la barbería.
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