El
pueblo fue un importante asentamiento templario durante el siglo XIII donde llegaron a tener su propio
castillo.
Tras la ocupación del territorio por la Orden del Temple en 1229, bajo cuyo dominio estuvo durante toda la Reconquista, el núcleo quedó incluido en el Bayliato de Jerez.
Con la disolución de la Orden, Burquillos se convirtió en Señorío, pasando por numerosas titularidades hasta integrarse en 1393 como propiedad de Don Diego López de Zúñiga o Stúñiga, Señor de la
Casa de Béjar, en cuya demarcación se mantuvo hasta el siglo XIX. En el siglo XVI, y bajo Doña Teresa de Zúñiga y Guzmán, conoció la Villa su mayor esplendor.
Burguillos nace de la unión de diferentes enclaves localizados en torno a las
ermitas de
San Coronado, San Vicente, San Lázaro, etc.
Burguillos del Cerro es una localidad declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico
Artístico. En su término se encuentran restos de asentamientos de la época celta,
romana y visigótica. Burguillos estuvo durante la Reconquista bajo la Orden de los Caballeros del Temple, hasta la desaparición de dicha Orden. Otros enclaves semejantes se localizaban en torno a las ermitas de San Coronado, San Vicente, San Lázaro, etc., siendo su unión la que originó el nacimiento de Burguillos. Tras la ocupación del territorio por la Orden del Temple en 1.229, el núcleo quedó incluido en el Bayliato de Jerez. A la disolución de éste, Burquillos se convirtió en Señorío, pasando por numerosas titularidades hasta integrarse en 1.393 como propiedad de Don Diego López de Zúñiga o Stúñiga, Señor de la Casa de Béjar, en cuya demarcación se mantuvo hasta el siglo XIX.
Con la disolución de la Orden, Burquillos se convirtió en Señorío, pasando por numerosas titularidades hasta integrarse en 1393 como propiedad de Don Diego López de Zúñiga o Stúñiga, Señor de la Casa de Béjar, en cuya demarcación se mantuvo hasta el siglo XIX. En el siglo XVI, y bajo Doña Teresa de Zúñiga y Guzmán, conoció la Villa su mayor esplendor.
En el XVI, y bajo Doña Teresa de Zúñiga y Guzmán, conoció la Villa su mayor esplendor, en tanto que durante las guerras hispano-portuguesas del XVII y XVIII experimentó repetidos arrasamientos y otros avatares.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de
Extremadura, entonces conocido como Burguillos. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de
Fregenal de la Sierra. En el censo de 1842 contaba con 850 hogares y 3080 vecinos.
Durante las guerras hispano-portuguesas del XVII y XVIII experimentó repetidos arrasamientos y otros avatares.