En su interior, apreciamos la
exposición de diversos materiales y estilos de construcción típicos de cada poblado extremeño, a lo largo del tiempo, así como piezas de orfebrería y restos de pinturas típicas templarias de gran valor. Continuamos internándonos en
Burguillos del Cerro, este fascinante
pueblo de
Badajoz, y es que durante el recorrido, observamos las blancas
fachadas de las
casas en contraste con las
flores que las adornan, animando el
paseo, hasta llegar a la
Plaza y la
Ermita de la Misericordia, una pequeña y coqueta
capilla del Siglo XVI, ubicada en la parte alta de esta localidad, un espacio realmente hermoso, que ya nos perfila cómo es la estructura de este poblado.