Mis queridos compañeros de Escuelas Hogares, para tranquilidad de nuestras conciencias, todo aquél o aquella que pasara por los internados, debería asistir cuanto menos, al acto del descubrimiento de la placa, cuanto más a compartir la comida en ésta oportunidad que nos brinda el esfuerzo de Antonio Rincón con la colaboración de otros compañeros para reunirnos.
No pertenezco a la organización de este evento, pero como alumno durante siete años de una de las Escuelas Hogares, creo que tenemos una deuda pendiente con El Inspector Comarcal de Educación General Básica (ya fallecido) Don Casimiro Barbado González, quién personalmente pateó Roma con Santiago, hasta consiguir hacer realidad el sueño de tantos y tantos padres en una época tan complicada, para que sus hijos tuvieran las mismas oportunidades de futuro que cualquier otro. Por supuesto no nos podemos olvidar de cuantos maestros hicieron posible el día a día de unos internados totalmente gratuítos. Nunca nos olvidemos de esto.
Como alumno de una escuela hogar, mi conciencia me obliga a asistir al acto en mi nombre y en el de mis padres. en nombre de cientos de alumnos y padres de alumnos que debemos pagar en parte con nuestra asistencia, el esfuerzo que Don Casimiro y los maestros y maestras, cocineras, limpiadoras y asistentas realizaron al cabo de los años, para que todos nosotros tuviéramos una niñez y adolescencia digna, en higiene, alimentación y estudio.
Chicos de bien nacidos es ser agradecidos. Nos vemos
Jlmg
No pertenezco a la organización de este evento, pero como alumno durante siete años de una de las Escuelas Hogares, creo que tenemos una deuda pendiente con El Inspector Comarcal de Educación General Básica (ya fallecido) Don Casimiro Barbado González, quién personalmente pateó Roma con Santiago, hasta consiguir hacer realidad el sueño de tantos y tantos padres en una época tan complicada, para que sus hijos tuvieran las mismas oportunidades de futuro que cualquier otro. Por supuesto no nos podemos olvidar de cuantos maestros hicieron posible el día a día de unos internados totalmente gratuítos. Nunca nos olvidemos de esto.
Como alumno de una escuela hogar, mi conciencia me obliga a asistir al acto en mi nombre y en el de mis padres. en nombre de cientos de alumnos y padres de alumnos que debemos pagar en parte con nuestra asistencia, el esfuerzo que Don Casimiro y los maestros y maestras, cocineras, limpiadoras y asistentas realizaron al cabo de los años, para que todos nosotros tuviéramos una niñez y adolescencia digna, en higiene, alimentación y estudio.
Chicos de bien nacidos es ser agradecidos. Nos vemos
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