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CABEZA DEL BUEY: ESCUELAS HOGAR...

ESCUELAS HOGAR
DÍA DE CONVIVENCIA
14 DE AGOSTO DE 2011

PEDRO CORRALIZA RISCO

Me ha cogido un poco de sorpresa porque yo pensaba que no iba a intervenir, entonces no he preparado absolutamente nada… pero sí que voy a deciros que estas breves palabras que voy a dirigiros, ya sean preparadas o sin preparar, podéis estar seguros de que salen de dentro de mi corazón.
Yo, en primer lugar, quiero dar mi felicitación importante al grupo de personas que ha hecho que esto sea posible. Indudablemente, el reencontrarse después de tantos años -curiosamente en mi caso son cuarenta y lógicamente ya ni os conocía-, si no se identifican pues la verdad es que no les reconocía. Y dentro de ese grupo que yo os comento y con un trabajo limpio y admirable pues, lógicamente, se encuentra Antonio Rincón que, como se dice allá donde estoy ejerciendo ahora en Salamanca, ha sido el alma mater de poder hacer este evento y poder estar juntos este día.
Yo voy simplemente a dirigiros unas palabras desmembradas en dos, la primera es gracias. Pero en mi caso por un doble motivo: el primero es justamente porque se han acordado de mí, me habéis invitado y puedo decir que hoy es un día especial para mí porque, lógicamente después de cuarenta años, encontrarme con alumnos que yo tuve pues lógicamente es un motivo de satisfacción inmenso. Y es un motivo de satisfacción inmenso porque también puede decir uno para reconocerlo, ya he visto que en las anteriores intervenciones han hecho un recuerdo memorable a compañeros alumnos y compañeros que han pasado desgraciadamente se han marchado. Yo recuerdo una frase de Santa Teresa que decía: “La vida es una mala noche en una mala posada
Bien, decía que eran dobles mis gracias por la invitación y eran dobles para mí porque este curso me voy a jubilar después de cuarenta años ocho meses y siete días. Entonces, para mi es doble motivo de satisfacción y de orgullo y de gracias porque empecé con estos alumnos y acabo mi carrera profesional reencontrándome con ellos. Gracias de todo corazón.
La segunda palabra y termino, es deseo. Yo os deseo para todos que seáis felices tanto en vuestra vida personal, laboral y familiar. Sé y cuento una anécdota que me ocurrió como hace tres o cuatro años. U sábado por la mañana paseando por esa maravillosa plaza -si conocéis alguno que es la Plaza Mayor de Salamanca-, recuerdo que se me acercó un chico joven y me dijo: “ ¡Hombre Dº Pedro! ¿Usted no se acuerda de mí?” Y dije: “Pues no”. Y yo le asocié con alguno de los alumnos que tuve aquí porque, la verdad, es que la cara le había cambiado mucho. Y me dijo: “Pues yo soy Fulano de Tal”. Y efectivamente, “Venga, vamos a tomar un café y me cuentas un poco de tu vida”, como hemos hecho esta mañana con los alumnos que se han acercado a saludarme porque yo no les recordaba absolutamente bien. Y recuerdo que estuvimos hablando de su vida, una vida como cualquier otra, su trabajo, su forma de vida todas esas cosas que se cuentan cuando hay un reencuentro pero, al terminar me dio la mano y me dijo: “Gracias” y yo me quedé un poco pensativo y le dije: “Edu ¿Por qué me das esas gracias?”, Y me dijo: “Le tengo que dar las gracias porque gracias a usted y a otros como usted, han puesto un granito de arena para llegar a ser lo que yo soy”. La verdad es que me emocionó. Llegué a casa, lo comenté con mi familia y bueno, yo soy poco dado a manifestar mis emociones, pero sinceramente me emocioné. Pues eso digo, ese deseo, que sea, que os vaya bonito como dicen los latino-americanos. Voy a terminar con la frase de un escritor inglés que se llama Jhon Baton, sirve para todos los que estáis absolutamente aquí: padres, los que van a ser padres, los que se dediquen a la docencia, todos…Y decía: “Toda aquella persona que se atreva a llevar a cabo la difícil tarea de enseñar, tiene siempre, siempre que aprender”.
Muchas gracias a todos.