Pocos rollos quedan en Campanario, ya es todo asfalto "la marea negra". No sé si recuerdas tú las calles empedradas, bueno las que estaban que no todas. Eran muy bonitas y más frescas, y servían los rollos para jugar, como a los bolindres pero con ellos. Y las rollizas de las casas, algunas obras de arte, regadas por la mañana cuando se lim`piaba la casa y daba una sensación de frescor. Un saludo Sebastián.
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