Esa es la pena Campanaria que las buenas personas nos dejan jóvenes, y los sinvergüenzas se mantienen como las amapolas pero para ellos tambien hay, tranquila Campanaria que aun tienes a tu madre para hablar todos los sábados con ella y para contarle tus cosas, y yo no tengo a ninguno de los dos, y te diré una cosa mi madre murió a los 42 años que también era bien joven, pero estoy seguro que lo mismo tu padre que mi madre están en el sitio de los elegidos, un abrazo