Eso demuestra la pésima fama que tenían los extremeños de la comarca de la Serena para los "serranos", es decir los ganaderos castellanos que venían con la trashumancia a invernar a esa comarca de Extremadura. Mala fama que, sin duda, era fundada. Podían haber añadido: "ni hagas trato en Orellana", para rematar diciendo: "el trato será un engaño".