Asfixiado por estos calores del incipiente verano, ya que mi cubículo del regato macarro carece de aire acondicionado, ni siquiera tiene un mísero ventilador. Salgo a dar una vuelta por el mundo de los corpóreos parándome a echar un vistazo por el asentamiento Maragato de los Entrines.
Y me entero de que se ha enterrado ese Catalán que combatió en el Ebro alistado en la quinta del biberón. Se ordeno sacerdote, se fue a bautizar, pero se dio cuenta que no había ni agua para esto. Y colgó los hábitos (por que será). Claro hombre me refiero a Vicente Ferrer, ese hombre que a su lado el resto somos meras sombras ese hombre bueno que sin ser ingeniero construyo mas de 10000 pozos sin ser medico construyo hospitales ese ser excepcional, que creía que el Mundo tenia solución. Descase en paz aunque esta ya la tuvo en vida.
Por el contrario en el país de los verdes valles y frondosos bosques, la hidra de múltiples cabezas vuelve a atentar. Esos mal nacidos hijos de sus madres (ponerle vosotros cualquier adjetivo mas acorde) vuelven a sembrar el dolor en una familia, matando a un hombre bueno. En nombre de que, de una patria, de un pueblo, de una idea. Que valientes gudaris de mierda.
Solo me reconforta saber que tal vez en este mundo de los corpóreos hay más hombres buenos como Vicente Ferrer. Que lo abandonan todo para dedicarse en cuerpo y alma a los demás.
A eso se refiere Jesucristo cuando crea el mandamiento nuevo, no a gastarse el pastón, en fastuosos adornos para los templos, y parafraseando al de Nazaret escribo el que tenga oídos para oír que oiga
Vivir para ver
Y me entero de que se ha enterrado ese Catalán que combatió en el Ebro alistado en la quinta del biberón. Se ordeno sacerdote, se fue a bautizar, pero se dio cuenta que no había ni agua para esto. Y colgó los hábitos (por que será). Claro hombre me refiero a Vicente Ferrer, ese hombre que a su lado el resto somos meras sombras ese hombre bueno que sin ser ingeniero construyo mas de 10000 pozos sin ser medico construyo hospitales ese ser excepcional, que creía que el Mundo tenia solución. Descase en paz aunque esta ya la tuvo en vida.
Por el contrario en el país de los verdes valles y frondosos bosques, la hidra de múltiples cabezas vuelve a atentar. Esos mal nacidos hijos de sus madres (ponerle vosotros cualquier adjetivo mas acorde) vuelven a sembrar el dolor en una familia, matando a un hombre bueno. En nombre de que, de una patria, de un pueblo, de una idea. Que valientes gudaris de mierda.
Solo me reconforta saber que tal vez en este mundo de los corpóreos hay más hombres buenos como Vicente Ferrer. Que lo abandonan todo para dedicarse en cuerpo y alma a los demás.
A eso se refiere Jesucristo cuando crea el mandamiento nuevo, no a gastarse el pastón, en fastuosos adornos para los templos, y parafraseando al de Nazaret escribo el que tenga oídos para oír que oiga
Vivir para ver