situado al este de Fregenal. La construcción de su
ábside, de clara
tradición visigoda, denota la
antigüedad del lugar. La tradición cuenta que el
monasterio fue fundado por los
santos Honorio y Exuperancio, que curaban con las
aguas de un manantial cercano a los enfermos que pasaban por el lugar. La conquista de Fregenal a los hispano-musulmanes por Fernando III, con ayuda de la Orden del Temple, se encuentra entre los límites de la leyenda y la
historia.