Las
bóvedas que la cubrían eran de ladrillo con aparejo de "rosca" y tenían refuerzos a modo de
arcos formeros que ahora son los únicos elementos conservados, ya que la plementería de las bóvedas se había derrumbado casi completamente. En el muro de los pies, que se conservaba prácticamente intacto, se abre la
puerta de acceso a los fieles de la villa y sobre el se eleva la
espadaña con dos
alojamientos para
campanas.