Hola; me gustaría dedicar esta prosa al hijo de nuestra Virgen. La escribí hace unos años y ahora me gustaría darla a la luz. Es un poco infantil ya que tengo 13años y como antes he dichos la escribí hace ya bastante.
El Hijo de ELLA "LUQUITAS"
Nuestra Virgen siempre lleva un hermoso niño entre sus brazos, llamado "Luquitas".
Cuando hubo una recaudación para nuestra Patrona, la actividad era realizarse una foto con ese niño de sus brazos.
Yo, cuando tomé a "Luquitas" en mis brazos, sentí una sensación, como de angustia, y a la vez de alegría.
No sabia realmente lo que tenía entre mis brazos;no sabia si era una pequeña persona, o una figura con un espíritu vivo.
Fueron escasos segundos los que lo tuve cogido, pero en esos segundos, observé más de lo que nunca lo había hecho.
Miré sus dientes pequeños de marfil, sus uñas; esas uñas que parecían de cristal. Sus ojos parecían de azabache, y su cara sonrodsada me sorprendió, porque tenía cara de juventud y alegría.
Aunque parece poca cosa, esa sensación no se me olvidará jamás.
Muchos días pienso, que esa recaudación fue un acto de alegría para nuestro pueblo y para el esperado Centenario de la Coronación de Nuestra Patrona, Santa María de los Remedios.
Como se puede observar, hablaba del Centenario, al que aún le faltaba algo más de un año para llegar.
El Hijo de ELLA "LUQUITAS"
Nuestra Virgen siempre lleva un hermoso niño entre sus brazos, llamado "Luquitas".
Cuando hubo una recaudación para nuestra Patrona, la actividad era realizarse una foto con ese niño de sus brazos.
Yo, cuando tomé a "Luquitas" en mis brazos, sentí una sensación, como de angustia, y a la vez de alegría.
No sabia realmente lo que tenía entre mis brazos;no sabia si era una pequeña persona, o una figura con un espíritu vivo.
Fueron escasos segundos los que lo tuve cogido, pero en esos segundos, observé más de lo que nunca lo había hecho.
Miré sus dientes pequeños de marfil, sus uñas; esas uñas que parecían de cristal. Sus ojos parecían de azabache, y su cara sonrodsada me sorprendió, porque tenía cara de juventud y alegría.
Aunque parece poca cosa, esa sensación no se me olvidará jamás.
Muchos días pienso, que esa recaudación fue un acto de alegría para nuestro pueblo y para el esperado Centenario de la Coronación de Nuestra Patrona, Santa María de los Remedios.
Como se puede observar, hablaba del Centenario, al que aún le faltaba algo más de un año para llegar.