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GARGALIGAS (Badajoz)

Hermandad San Isidro - Año 1966

Quien eres?

José A. Carretero.
Qué póeta es este carretero.
[googlebarvip= 14].
Creo que de izquierda a derecha son: Alfonso "el Mayoral de los árboles"; José Campos " Campito"; de. JOSé " el cura" y el Sr.Florindo "el peluquero y telefonista".
Primo jose antonio con esta maquina y con el sombrero no te conocerian hoy en colmenar viejo pero en burguillos del cerro si sobre todo un "caparrana".
No se que ha pasado, pero la págin ha incluido el mismo tema repetido, en vez de poner la ultima parte de la poesía "LA NACENCIA" que es lo que yo he incluido.

José A. Carretero.
M´arrimé más para ella:
L´abrasaba el aliento,
Le temblaban las manos,
Tiritaba su cuerpio...
Y a la lus de la luna eran sus ojos
Más grande y más negro.
Yo sentí que los míos chorreaban
Lagrimones de fuego.
Uno cayó roando,
Y, prendío de´un pelo,
En metá de la frente
Se quó reluciendo.
¡Qué bonita y qué güena,
Quién pudiera ser méico!

Señ´: tú que los sabes
Lo mucho que la quiero.
Tú que sabes qu´estamos bien casaos,
Señó, tú qu´eres güeno,
Tú que jaces que brote las simientes
Quéchamos en el suelo,
Tú que jaces que granen las espigas,
Cuando llega su tiempo,
Tú que jace que paran las oveja,
Sín comadres ni méicos...
¿por qué, Señor, se va morí mi Juana,
Con lo que yo la quiero,
Siendo yo tan honrao
Y siendo tú tan güeno?

¡Ay! qué noche más larga
De tanto sufrimiento:
¡qué cosas pasarían
Que decirlas no pueo!
Jizo Dios un milagro,
¡no podía por menos!

(El miajón de los castúos) Luis Chamizo

José A. Carretero. ... (ver texto completo)
Aturdío del to gorví los ojos
Para los ojos reondos del mochuelo,
Y aquellos ojos verdes,
Tan grandes, tan abiertos,
Qu´otras veces a mi me dieron risa,
Hora me daban mieo.
¡Qué mirarán tan fijos
Los ojos de los mochuelo!

No cantaban las ranas,
Los grillos no cantaban s lo lejos,
Las bocanás del aire s´aplacaron,
S´asomaron la luna y el lucero,
No llegaba, roando, de las sierras
El dolondón de los cencerros...
¡Daba tanta quietú mucha congoja!
¡Daba yo no sé qué tanto silencio!
¡Dirme, dejagla sola,
Dejagla yo a ella sola com´un perro,
En metá la jesa, una legua del pueblo...
Eso no! De la rama
De´arriba de´un guapero,
Con sus ojos reondos
Me miraba un mochuelo,
Un mochuelo con ojos vedriaos
Como los ojos de los muertos...
¡No tengo juerzas para dejagla sola,
Pero yo de qué sirvo si me quo!
La burra que roía los tomillos
Floridos del lindero,
Careaba las moscas con el rabo,
Y dejaba el careo,
Levantaba el jocico, me miraba
Y seguia royendo.
¡Qué pensará ... (ver texto completo)
Los grillos y las rana
Cantaban a lo lejos,
Y cantaban tamién los colorines
Sobre las jaras y los brezos,
Y, roändo, roändo, de las sierras
Llegaba el dolondón de los cenceros.
¡Qué tarde más bonita!
¡qu´anochecer más gëno!
¡Qué tarde más alegre
Si juéramos contentos!...
No pué ser más - me ijo -, vaite, vaite,
Con la burra pal pueblo,
Y güervete de prisa con l´agüela,
La comaidre o el méico.
Y bajó de la burra poco a poco,
S´arrellanó en el suelo,
Juntó las manos y miró p´arriba, ... (ver texto completo)
Bruñó los necios nubarrones pardos
La lus del sol que s´agachó en un cerro,
Y las altas cogollas de los árboles
De´un coló de naranja se tiñeron.
A bocanás el aire nos tría
Los ruíos de´allá lejos
Y el toque de´oración de lasd campanas
De l´iglesia del pueblo.
íbamos danbos juntos, en la burra,
Por el camino nuevo,
Mi mujé, muy malita,
Suspirando y gimiendo.
Bandás de gorrïatos montesinos
Volaban, chirrïando, por el cielo,
Y volaban pal sol, qu´en los canchales
Daba relumbres de´espejuelos.