Cuantos
caminos recorridos,
En cuantos me he perdido!
Pero siempre los he elegido
Siguiendo el latido de mi destino.
Algunos sombreados de viejas encinas;
Otros perfumados de aromas
Culpables de recuerdos
Que confundieron la mente de la que una vez fue niña,
En aquellos
senderos de arena fina.