Sentado en los pétreos bancos observo los verdes matices de tus jardines, la altiva torre que se asoma al cielo, deseándote pueblo entrañable también contemplar. Bancos en los que puedo confiar, albergue de vivencias, historias sin desvelar ¡cuántos recuerdos afloran desde vuestras piedras gastadas! Dejasteis estelas de amores furtivos que no se volvieron a encontrar, de ojos cerrados y anhelos de libertad. Testigos de sueños hechos realidad, de imposibles quimeras gastadas en el tiempo, de almas ... (ver texto completo)