A mi padre
Se fue en silencio, meditando cielos, atravesando empeños olvidados.
Y nos legó sus sueños remendados a fuerza de añoranzas y desvelos.
Trazó su ruta palpitando suelos, desenterrando ocasos esperados.
Y aunque en tiempo y distancia demorados, siguió su empeño renovando anhelos.
Y aún en vano su insistencia ciega, no quiso el tiempo doblegar su mano,
Y urgando al viento su afanosa entrega, se fue una tarde con su sueño arcano.
Con él quedó su inquebrantable vuelo, y una tarde...