No entendemos la vida
Como un actuar permanente
Siguiendo como borregos
La voz de falsos pastores
Que te dicen cuánto debes
Cómo debes, cuándo debes
No. No somos simples actores
De un carnaval permanente
Ni robots ni marionetas
Que manipula, a su antojo
Un muñequero cualquiera. ! qué pena, penita pena, penélope
Se te paró el reloj en la estación,
Con tu bolso de piel marrón,
Esperando, siempre el primer tren,
Muy cerca del andén sin saber dónde ir...
! no soplan vientos favorables para quien no sabe donde va ¡. Hay dos modos de leer las rimas,
Uno recto y otro torcido,
Uno que sigue las mismas líneas escritas
Y otro que intenta penetrar los pliegues de las mismas
¿Quién eres tú, “Maestro de marionetas”?
Que mides el progreso por la extensión del cemento.
Yo soy el que prefiere las “guerras de rimas”,
Antes que la fuerza del neoliberalismo económico,
Opuesta a la humanidad y la naturaleza.
Antes que a los políticos corruptos
Que llenan “sus arcas” retorciendo conceptos,
Prevaricando y especulando... Se intuye una guerra con rima?
!qué sorpresa al entrar aquí¡
Conozco al pragmático, al positivo,
Al que no le importa cambiar
A las calles de vestido.
Pero y el otro?
Es posible que haya alguien
Que todavía crea que un pueblo
Se alimenta de hojas de árboles?
Quién eres que no te gusta
Nuestro progreso?
!parece que entre los vientos del norte y los del suroeste hay un abismo en el pensamiento¡. Entre cuatro paredes inventas cuentos;
Sueñas un mundo nuevo, casi ideal.
Creas una ilusión que se desvanece
En los impropios cimientos
De un mundo tan material.
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