Esta mañana, hermosa de sol, he paseado por un camino acondicionado a la orilla del río Bidasoa (divisoria natural de España y Francia), he sentido una agradable sensación al contemplar sus aguas, al oírla, al ver los peces. Me senté un rato en uno de los bancos del paseo y soñé que estaba a la orilla del Gargáligas y cuando "desperté" sentí tristeza, rabia, impotencia, frustración; apreté los puños y hablé en voz alta: ¿Por qué en MI RIO no puede ser real lo que estoy viendo ahora, por qué ya no es agradable a mi vista, por qué ya no puedo descansar junto a sus aguas y refrescarme, y mojarme los pies, por qué…..?
¡¡No lo dejemos morir, rehuyéndole, mirando para otro lado!!
Saludos,
J. Gala.
¡¡No lo dejemos morir, rehuyéndole, mirando para otro lado!!
Saludos,
J. Gala.