GARGALIGAS: De mi libro:"La España critica.... una Iberia posible"desarrollo...

no se quien eres ASINA. pero es muy buena esta esquela mortuoria. siempre esta bien poner una nota de humor en estos tiempos que nos esta tocondo vivir. un saludo para todos/as....

De mi libro:"La España critica.... una Iberia posible"desarrollo uu tema relacionado con Merida y su aledaños, en relacion con la Iberia romana. Expongo el desarrollo de la vida social en esta region y la civilizacion fundada quizas en los albores de la Edad Antigua, donde Merida destaco como una antorcha que alumbro al mundo conocido. He aqui mi exposicion.
2-IBERIA ROMANA: CONQUISTA Y CIVILIZACION

La segunda Guerra púnica, fue una oportunidad de Roma para venir a Hispania y los ejércitos romanos, para combatir a Cartago, siendo las acciones bélicas, favorables a Roma y la costa del Mediterráneo y Andalucía hasta entonces dominada por Cartago, quedaron en el año 206 a. C. bajo el poder de Roma. Cartago queda expulsada de Hispania y los romanos acometen su conquista, inmediatamente.
Emporion, Gades e Ibiza, fueron las primeras ciudades en formar un pacto de federación con Rom, en el año 205 a. C. y en el año 197 a. C. se procede a la división de Hispania, en las dos subprovincias, Citerior y Ulterior.
La oposición de los pobladores peninsulares, a la dominación romana, se concreta, en diversos levantamientos ante la ocupación siendo éste, en la Hispania Citerior y acaba con la toma de Iacca (Jaca), en el año 195 a. C. La conquista fue lenta: el valle del Ebro y la Meseta inferior quedaron sometidas en los años 195 al 178; Castilla la Vieja y León, al caer Numancia, en el 133 a C. y la región de los cántabros y astures, en el año se 19 a. C.
En la Hispania Ulterior, con el levantamiento de los lusitanos, quienes al mando de Viriato, infringen varias derrotas al ejército romano, concluyendo con el asesinato del caudillo lusitano, en el año 138 a. C.
Ya, posteriormente, el mismo Augusto divide Hispania en tres demarcaciones administrativas: Lusitania, Betica y Tarraconense, siendo posteriormente, Caracalla, en el año 212, funda una nueva región Gallecia y Diocleciano en el año 293, la Cartaginense.
Por primera vez en la historia, la península Ibérica o Hispania, como la designaban los romanos, quedó unida a un solo poder y sometida en su totalidad aunque con diversa intensidad, a los mismos ámbitos culturales, de un lado, a la cultura romana y a su idioma, el latín y del otro, a la religión cristiana. Para acometer estas tareas y consolidarlas, Roma atrajo, a los indígenas sobre su población, equiparándolos o aproximándolos a sus propios nacionales, concediéndoles individualmente la latinidad o ciudadanía romana. La fusión entre romanos hispanos fue rápida y como ejemplo, a los pocos años de conquistada Andalucía, había en ella, en el entorno de varios miles de mestizos, hijos de soldados romanos y mujeres hispanas, a las que Senado de Roma distinguió, concediéndoles la latinidad, que suponía, el disfrute de los derechos civiles que Roma concedía a sus ciudadanos.
En Hispania como en la Galía, la influencia de Roma fue profunda en el orden político y jurídico, así como en el orden lingüístico y literario, aunque no lo fue tanto, en el orden artístico y menos en el orden religioso.
Era cierto, que los pueblos ibéricos (iberos y celtas), poseían un solidó concepto de la institución familiar, que constituyó el origen de la grandeza romana, pero existía un atraso secular de estos pueblos, en cuanto a las instituciones políticas y jurídicas las cuales, agruparon entre sí, a las familias de un mismo suelo, en municipalidades y luego en municipios del Estado: Roma, acelera un movimiento, que por ser demasiado lento, corría el peligro de hundirse.
Así pues, en Hispania, Roma, multiplicó las ciudades como centros de organización y las instituciones municipales alcanzaron poderosos y duraderos influjos; y así mismo, fundó colonias de ciudadanos romanos, los cuales tenían en Hispania todos sus derechos, aunque en algunas facetas, como que el derecho electoral, no tuviese facilidad para ejercerlos.
La lengua latina, no era solamente la lengua de los vencedores, y la lengua oficial para los asuntos de administración, sino también, una lengua muy superior a todas las habladas en Europa occidental. Los idiomas ibéricos existentes en la población autóctona, adolecían de una pobreza intelectual, en la cual Roma, halló a parte de las poblaciones ibéricas, y poniendo como ejemplo, el vasco, dado lo remoto de la época cuando empezó la romanización, no estaba desarrollada, sus formas de expresión, siendo necesario recurrir a raíces latinas o grecolatinas, para poder continuar empleando las formas del vasco, en la vida moderna. Ruinas de teatros en Tarragona, Sagúnto, Alcudia (Mallorca), Mahón, Clunia (Burgos), Bilbilis, Burgo de Osma, Toledo, Hispalis, Itálica, Antequera, Medellín y Mérida, con capacidad de 5500 espectadores. Restos de anfiteatros se han encontrado en Tarragona, Barcelona, Cartagena, Cabeza del Griego, Calahorra, Málaga, Córdoba, Carmona, y en las ruinas de Capera, cercanas a Mérida, con capacidad para 15000 espectadores y el de Itálica, mayor aún, era el cuarto anfiteatro del Imperio.
Es obligado, citar, los restos de arcos, que se encuentran en Tarragona, Sagúnto, Calahorra, Toledo, Cádiz y el de Mérida, con 425 metros de longitud y 115 metros de anchura.
Otros monumentos a citar, son los acueductos y los inmensos pantanos que los alimentaban en un territorio, donde la sequedad, así como el incómodo curso de los ríos, hubiesen impedido su desarrollo y el establecimiento de grandes ciudades, en lugares estratégicos, donde convenía. Es, obligado, de mencionar el de Mérida, con el pantano de Prosepina, que lo alimenta a la cinco kilómetros y medio de la ciudad y con una poderosa cimentación para milenios, donde soporta la presión de diez millones de metros cúbicos de agua, así como el acueducto de los Milagros, el mejor conservado y los gigantescos acueductos de Segovia y Tarragona. Otras obras a mencionar, las innumerables calzadas romanas, que permitieron a los ciudadanos trasladarse, entre las distintas demarcaciones administrativas, en que se dividió, Hispania.
El latín fue el vehículo común de la comunicación, pero la latinización de Hispania, fue un proceso lento, como la penetración de otras formas del sistema romano. Durante el Imperio, la familia romana siguió cumpliendo un importante papel en la educación pero las colonias y municipios a imitación de Roma, contribuyeron a crear un sistema educativo autónomo, fuera del marco de la familia, con la fundación de acuerdos y contratación de especialistas en la docencia.
Así, como el latín, fue el legado más preciado de los herederos de Roma, su cultura, estuvo vigente los siglos venideros (siglo V al X), distanciándose de sus orígenes.
Precisamente serian los Monasterios a principios del siglo XI, cuando empezaron a usar las glosas, o, explicaciones o aclaraciones, a los textos latinos escritos en lengua común siendo ello, el origen del actual castellano. De este modo, las Glosas Emilianeses y algo más tarde, las Glosas Silentes, se convierten en el primer testimonio de una lengua, que aparecía en tierras riojanas, naciendo una modalidad lingüística nueva (la lengua romance), resultando del uso local del latín, hablado en los últimos años del siglo X.

Fdo: Julio Reyes Rubio "Al-Mayriti"