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HELECHOSA: ¡Con que frecuencia se olvidan las cosas!, ¡como olvidamos...

¡Con que frecuencia se olvidan las cosas!, ¡como olvidamos nuestra historia!, el sacrificio de nuestros antigüos compatriotas ante las invasiones externas, como defendieron España frente enemigos de todos. Recordar al cura Merino, Agustina de Aragón, Daoiz y Velarde, así como la layenda del alcalde de Zalamea, la de Isidret en los Pirineos y en otro tiempo, Viriato, luego el visigodo Ataúlfo, (¿por donde entró?), (¿donde pusieron la corte cuando fundaron la monarquía?, más tarde el Cid y tantos otros.
Que bien les vino a todos la unión de toda la península, sin excepción, ya se nos han olvidado las (TAIFAS).
Aún recuerdo un poema, que leí cuando niño, decía algo así.
Guerra gritó en el altar,
el sacerdote con ira.
Guerra repitió la lira,
con indómito cantar.
Guerra gritó al despertar,
el pueblo que el mundo aterra.
Cuando en la hispana tierra,
pasos extraños se oyeron.
Hasta las tumbas se abrieron,
gritando venganza y guerra.
Alguien puede imaginar la ayuda que prestarían, LOS DE LA (ZEJA), en un caso así.
Esto me viene a la memoria después de oir una llamada, en un programa de radio, de un militar que perdió cuatro compañeros en Haití. Cuando un soldado pierde a un compañero, en campaña, pierde parte de su alma, es superior a la amistad en la vida civil, ahí no son amigos ni compañeros, son hermanos. Al menos es mi opinión.
En fin esta es una forma de desahogarse, ante la impotencia que siente una persona anónima, sobre ciertos acontecimientos actuales.
Saludos J. A. R.