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Hace poco me instalaron internet en casa y hoy descubrí este muro de mensajes. Cúanto me emocionaron las fotos de mi pueblo! Cúanto me hubiera gustado participar y ser una de las integrantes de esa foto! pero quiso el destino que mis padres en el año 1956 nos trajeran a La Plata, Argentina, y aquí hicimos, mis hermanas y yo nuestra vida. He vuelto en 6 oportunidades a caminar por las callejas, a respirar su aire, a que mis ojos se pierdan entre el agua del Guadiana y el verde de los pinos que lo acompañan, a disfrutar de la compañía de mis familiares y todo ello lo traes guardado en la memoria y el corazón. Soy la hija de Modesta y Eusebio, nieta de Pedro Marfil o "Pedrillas", sobrina de "Nana" o Marceliana, prima de Amalia, Crecen, José, Alcadio y muchos otros primos y sobrinos que tienen la dicha de poder crecer en la tierra que los vió nacer. Les dejo un poema que escribí, respecto a mis emociones:
Asoma en la carretera, el! Bienvenido a Helechosa!
y el corazón, agitado, en mi pecho se desboca.
Las lágrimas a raudales se derraman de mis ojos
y mientras surcan mi rostro, dejando su huella impresa,
mi alma se siente inquieta ante el sueño ya cumplido,
de estar, nuevamente, en mi pueblo tan querido.
Que aunque de niña dejara esta tierra tan hermosa,
tan colorida y frondosa, con sus olivos y pinos,
con su Guadiana vertido en su largo recorrido
surcando la tierra amada, tantas veces añorada.
! Sé que siempre me esperaste pueblo de mi niñez,
aquí tienes a tu niña convertida en mujer!
Quiero decirte mi pueblo, que nunca te olvidaré
y que dentro de mi alma por siempre te llevaré.
Un cordial saludo a los Helechoseños que por algún motivo ya no están en ella y saben de lo que siento. Besos a mi familia. Graciela Villa Marfil
Asoma en la carretera, el! Bienvenido a Helechosa!
y el corazón, agitado, en mi pecho se desboca.
Las lágrimas a raudales se derraman de mis ojos
y mientras surcan mi rostro, dejando su huella impresa,
mi alma se siente inquieta ante el sueño ya cumplido,
de estar, nuevamente, en mi pueblo tan querido.
Que aunque de niña dejara esta tierra tan hermosa,
tan colorida y frondosa, con sus olivos y pinos,
con su Guadiana vertido en su largo recorrido
surcando la tierra amada, tantas veces añorada.
! Sé que siempre me esperaste pueblo de mi niñez,
aquí tienes a tu niña convertida en mujer!
Quiero decirte mi pueblo, que nunca te olvidaré
y que dentro de mi alma por siempre te llevaré.
Un cordial saludo a los Helechoseños que por algún motivo ya no están en ella y saben de lo que siento. Besos a mi familia. Graciela Villa Marfil
