Soy herrereño en
Madrid. Por si no tuviéramos bastante con el "Botellón" madrileño, ya lo exportamos a Herrera. A los amantes de tan cochambrosa
costumbre solo les pido que limpien la porquería que produzcan, pues mi
pueblo se lo merece. Viva Herrera y sus habitantes, viva mi pueblo blanco.