Rodando, rodando llego al
Castillo, desde sus muros imagino batallas entre moros y cristianos, hay cosas que nunca cambian. Me sorprendo al reconocer otros
pueblos: Fuenlabrada,
Castilblanco,
Peloche, .. Y, la eterna pregunta: ¿Cómo creció esa Higuera entre los yermos muros?. Los cuervos, los cardos, las
ovejas, los
olivos...; las antenas y, el generador, que con su run-rún te va rollendo el corazón. El aire sopla fuerte, parece que voy a caer; no, parece que voy a volar. Desciendo, por el
camino ... (ver texto completo)