La
historia primitiva de
Higuera de Vargas se puede englobar en los diversos acontecimientos que se suscitaron en la
Extremadura sureña hasta la aparición del hombre de Cro-Magnon que es cuando la región sur-occidental de la Península empezará su etapa diferenciada y autóctona. Desde el Neolítico hasta la Cultura Argárica, es probable que la Extremadura sureña también se viera influenciada por la civilización de los
pueblos mediterráneos, formara parte del reino de Tartessos, y en definitiva se viera regida por el mítico Argantonio.
Algunos historiadores atribuyen su fundación al caballero García Pérez de Vargas en 1240, en tanto que otros consideran creador del núcleo, en época posterior, al Señor de Burguillos del Cerro, Alfonso Pérez de Vargas. Hay quienes estiman como iniciador del núcleo, a Iván de Vargas, también en la etapa
medieval tardía. Como foco inicial del asentamiento suele coincidirse en señalar una
fuente llamada
Santa, o de la Higuera, a la que la
tradición atribuye propiedades curativas. Por su escasa entidad inicial, el
pueblo fue conocido en el pasado como Higuerilla. Como casi todos los de la zona fue arrasado por los portugueses durante su ataque a la frontera en 1643, lo que dificultó su desarrollo siguiente. Higuera de Vargas se encuentra en el ámbito de transición entre los Llanos de
Olivenza y las Sierras del sur, conectando en ciertos aspectos mejor con
Zahínos y
Barcarrota que con
Alconchel, que son los centros que, junto con
Villanueva del Fresno y
Jerez de los Caballeros, todos a cierta distancia, la rodean.
A la caída del Antiguo Régimen Higuera de Vargas se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura. Desde 1834 quedó integrado en el Partido judicial de Olivenza.
En el censo de 1842 contaba con 392 hogares y 1608 vecinos.