Aunque soy catalán (lo digo por la distancia kilométrica), he tenido el placer de estar en Hornachos en diversas ocasiones. Aquí tengo amigos con los que he compartido excelentes momentos. Me dieron a conocer el pueblo y sus gentes. Me mostraron los bellos parajes que os rodean y pude comprobar la excelente simpatía y amistad que siempre me han brindado. Nunca podré corresponder lo suficiente a vuestras atenciones.
No obstante, y sin ánimo de entrar en ninguna polémica, inevitablemente estéril por lo demás, me permitiréis que lance una reflexión acerca de algunos de los últimos mensajes que se han escrito:
Por supuesto que los horrores de la guerra civil, dejaron su lacra en todos los lugares de España. Pocos se libraron. Todos sabemos que fue una guerra, que además de fraticida, fue en ocasiones, extremadamente cruel.
¿Por qué remover otra vez tantas desgracias? ¿No sería aplicar aquello de "honor a todos los caídos, fuera cual fuera su bando"? Se supone que al fin y al cabo todos lucharon por España o por los españoles, y en cualquier caso, por sus familias. Todos. ¿Todavía no hemos sido capaces de desterrar los deseos de venganza?. Es cierto que se cometieron muchas barbaridades y tropelías, pero las cometieron todos. Los unos y los otros. No se libró nadie. Ni unos eran los buenos buenísimos ni los otros eran los malos malísimos.
Por fortuna he podido viajar por diversos países que fueron acérrimos enemigos durante la II Guerra Mundial. Hoy son amigos y se rinden emotivos homenajes tanto a los soldados propios, como a los que en su dia fueron sus enemigos. Y no pasa nada.
Un saludo a todos mis buenos amigos extremeños.
No obstante, y sin ánimo de entrar en ninguna polémica, inevitablemente estéril por lo demás, me permitiréis que lance una reflexión acerca de algunos de los últimos mensajes que se han escrito:
Por supuesto que los horrores de la guerra civil, dejaron su lacra en todos los lugares de España. Pocos se libraron. Todos sabemos que fue una guerra, que además de fraticida, fue en ocasiones, extremadamente cruel.
¿Por qué remover otra vez tantas desgracias? ¿No sería aplicar aquello de "honor a todos los caídos, fuera cual fuera su bando"? Se supone que al fin y al cabo todos lucharon por España o por los españoles, y en cualquier caso, por sus familias. Todos. ¿Todavía no hemos sido capaces de desterrar los deseos de venganza?. Es cierto que se cometieron muchas barbaridades y tropelías, pero las cometieron todos. Los unos y los otros. No se libró nadie. Ni unos eran los buenos buenísimos ni los otros eran los malos malísimos.
Por fortuna he podido viajar por diversos países que fueron acérrimos enemigos durante la II Guerra Mundial. Hoy son amigos y se rinden emotivos homenajes tanto a los soldados propios, como a los que en su dia fueron sus enemigos. Y no pasa nada.
Un saludo a todos mis buenos amigos extremeños.