Sus antecedentes son muy antiguos, según patentizan los abundantes restos arqueológicos aflorados en su entorno, en este lugar se identifica el núcleo fenicio de Seria o Céret; la Fama ludia o Caeriana
romana; un importante enclave visigodo, y la población árabe de Xerixa, ya mencionada en el siglo XII por El-Idrisi y Al-Umari como uno de los centros más importantes de
Extremadura en el periodo musulmán. El núcleo se despobló más tarde, siendo revitalizado luego por los templarios como la Xere Equitum cabeza de su poderoso Bayliato. Tras la disolución de la Orden del Temple en 1312, que aquí tuvo su postrer reducto, y luego de pasar por numerosas vicisitudes de pertenencia y ostentar el apelativo de Jerez de
Badajoz, la población se integró definitivamente en 1370 en la Orden de Santiago como
Jerez de los Caballeros, arrancando de ese momento el despegue que habría de hacer de ella uno de los centros más sobresalientes de toda la región. Convertida en Cabeza de Partido santiaguista, en igualdad con Mérida y Llerena, en 1525 recibió de Carlos I el título de Ciudad, rango que en esa época tan sólo detentaban en la Baja Extremadura, Badajoz y Mérida. En el aspecto histórico Jerez de los Caballeros resulta pues, núcleo inseparable también de la Orden de Santiago, bajo cuya influencia consolidó sus mejores realidades y adquirió su condición y personalidad más definitoria. Y en lo
monumental, excepción hecha del irrepetible foco emeritense, el conjunto más completo, quizá, de todo el territorio bajo-extremeño.
En 1312 Jerez de los Caballeros pasó a ser ciudad de realengo bajó el dominio de la corona, que le reconoció el derecho a nombrar procuradores en las Cortes de Castilla. Allí jugaron un papel destacado, sobre todo en las cortes celebradas en 1315 en
Burgos para debatir sobre la regencia de Alfonso XI.
Su nombre, según el prof. Guillermo Tejada, sería un hidrónimo prelatino, redundante, " (A) J (e+e) r (e+e) z (o)" -de los grupos hidronímicos "aja/ara/y aza"-, con el significado de "
Río (-río-río)" (junto al-). Y su apellido, "-de los Caballeros", se debería a su pertenencia a los "Caballeros" (del Temple) después de su reconquista.
HISTORIA. Atribuyese generalmente la fundación de esta c. al rey D. Alonso, fijándola en el año 1229; pero debió ser reedificación de otro
pueblo, cuyas memorias han sido oscurecidas por los tiempos: solo se asegura que existía en su lugar una
ermita dedicada a
San Bartolomé, y también en
ruina. La amplificó el rey D. Fernando el
Santo en 1232, con gente de
Galicia y
valle de Jerguez, nombrándola Jerez de Badajoz; y el mismo rey la dio a la orden del Temple, por lo que se apellidó de los Caballeros. Por la extinción de esta orden fué incorporada a la Corona. El rey D. Enrique II la cedió al maestre de Santiago en 1375, por lo que ha pertenecido al territorio de las órdenes con gobernador político del hábito y ale. m. del nombramiento del rey, como gran maestre; estando aun en observancia del mismo origen, el fuero del bailio o mancomunidad de bienes entre marido y mujer, cualquiera que sea quien los aporte al matrimonio. En 1411 fué reedificado el cast. por el corregidor y alcaide Martin de Majares. El emperador Carlos V la concedió el título de c, y en 28 de junio de 1528 el privilegio de que todos sus vec., pudiesen usar espada y daga. De esta época data el mayor engrandecimiento de Jerez; sus principales
fuentes, alcantarillas, hospitales,
ermitas y conv. En 24 de setiembre de 1621 se la concedió voto en cortes por el rey D. Felipe. El
escudo de armas de Jerez ostenta la imagen de San Bartolomé y un manojo de jara. Es patria esta c. del célebre Basco Nuñez de Balboa, descubridor de la América del S.; de D. García Martínez de Porres y Silva, consejero de Castilla é insigne jurisconsulto del siglo XVI; de D. Juan de Bazán que murió en la guerra de
Granada año 1481; de D. Juan de Figueroa y Vargas; de D. Pedro Portocarrero, etc.
* Diccionario geográfico – estadístico - histórico de
España y sus posesiones de Ultramar. Pascual Madoz, 1848.